Por Nicolás Razzetti.-
Ya es oficial: La producción de carne vacuna fue la más alta en 8 años y también crecieron las exportaciones, pero falta mejorar la productividad ganadera
La producción de carne vacuna de 2017 fue de 2,84 millones de toneladas res con hueso de acuerdo a los datos estadísticos del Ministerio de Agroindustria. Se trata de la mayor producción desde el año 2009, cuando se alcanzaron las 3,40 millones de toneladas, claro que fue en un contexto totalmente distinto. En aquel entonces una sequía prolongadísima en casi todo el país fue la gota que colmó un vaso lleno por las restricciones comerciales que Guillermo Moreno y Ricardo Echegaray impusieron al comercio agropecuario y que desestimularon las inversiones en el sector. Aquello fue una “gran liquidación” como pocas veces se han visto.
De los datos oficiales se desprende que en el 2017 la faena aumentó 7,6%, impulsada por la mayor presencia de hembras, que representaron el 43% del total, cuando el año anterior habían sido el 41%.
La producción de carne y la faena crecen en igual porcentaje porque no aumentó el peso por res faenada, que promedió en 2017 los 225 kilos.
Esto es lo que necesita cambiar la cadena ganadera. Una mayor cantidad de kilos en cada vacuno que va a faena significa más kilos por res, y en definitiva ganan los productores y los frigoríficos. También el consumo y la exportación se verían favorecidos por contar con mayor volumen de carne.
Lamentablemente, entre los múltiples daños que causaron las políticas kirchneristas se cuenta la caída en el stock de novillos que según los datos de la vacunación contra la aftosa del Senasa se redujo de 6 a 3 millones en la última década, como consecuencia de la retirada del país de los mercados internacionales.