El precio de la carne ha subido muy fuerte desde el año pasado y los militantes que impulsaron al presidente Alberto Fernández deben querer esconderse bajo tierra cuando le recuerdan la promesa electoral que decía que con el peronismo en el poder iban a poder encenderse las parrillas. En este contexto, uno de las chicanas más frecuentes de los opositores afirma que lo único que crece con este gobierno es el consumo de polenta.
Pero ni eso parece…
Un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) sobre el maíz que podría industrializarse en la campaña 2020/21, que es la que está por cosecharse, muestra que ni la polenta, uno de los productos derivados de ese grano, daría satisfacciones al gobierno. Sucede que el sector de la molienda seca de maíz -que produce ese alimento- continuaría estancado este año. Pero a no desesperar, pues sí crecería levemente la molienda húmeda, que es la que produce varios otros productos, como la fructosa para endulzar las bebidas gaseosas.
El análisis de la Bolsa, en ese sentido, afirma que en el ciclo 2020/21 la molienda húmeda de maíz “alcanzaría un nuevo récord mientras que la seca permanecería constante”. El siguiente gráfico resume la situación. A estos dos procesos industriales se destinarían en total 1,7 millones de toneladas del maíz por venir, casi lo mismo que en la campaña 2019/20. Esto es solo cerca del 3% de la cosecha total esperada.
A todas luces, por ahora no resultaría tan cierto que se haya disparado la demanda de polenta como consecuencia de lo caro que cuesta hacer un asado. La producción de ese alimento tan popular, por el contrario, permanecerá estancada.
De la molienda seca del grano de maíz (como su nombre lo indica, en el proceso no se utiliza agua) se obtienen la harina de maíz (polenta), sémola y determinados trozos para elaboración de copos para desayuno (corn flakes).
Por otro lado, la molienda húmeda de maíz se utiliza para producir, entre otros productos, endulzantes calóricos, almidones, jarabes de maíz de alta fructosa y jarabe de glucosa, y gluten meal y gluten feed, dos subproductos que pueden utilizarse como forraje o suplementación en la nutrición animal.
Dice el documento de la BCR que a diciembre de 2019 la capacidad teórica de molienda húmeda en Argentina era de aproximadamente de 4.400 toneladas diarias (algo más de 1,5 millones de toneladas anuales) y que estaba concentrada en siete empresas. Por eso este tipo de industrialización del cereal es la que mayor volumen se lleva.
“Se estima que la campaña 2019/20 culminaría con un total de 1,48 millones de toneladas del cereal molido, lo cual marcaría un máximo histórico. Además, de acuerdo a proyecciones propias, ese récord sería nuevamente superado en la campaña 2020/21, cuando la molienda húmeda sume 1,49 millones de toneladas”, afirma el informe. Las gaseosas que se endulzan con fructosa, se nota, andan de parabienes.
En el rubro de la molienda húmeda (donde intervienen grandes jugadores pues se requiere de una economía de escala), el uso de la capacidad instalada de la industria está, como se ve, cerca del 100%.
Pero no pasa lo mismo con la molienda seca, que elaboraría solo unas 200 mil toneladas anuales de productos para consumo humano directo.
“Se han identificado al menos 50 plantas industriales que llevan a cabo este tipo de procesamiento. Córdoba y Buenos Aires son los distritos con mayor número de establecimientos (13 cada uno), seguidos de Santa Fe (7). Estas tres provincias concentran más del 70% de la producción maicera del país”, describió el informe de la BCR.
Además explicó que “si bien no se poseen datos sobre la capacidad de procesamiento de todas las plantas, el volumen de molienda teórico sería de al menos 1.340 toneladas diarias”. Por eso calculó que en 300 días de operación al año, este conjunto de fábricas estaría en condiciones de moler por lo menos 400 mil toneladas de maíz anualmente. El doble de lo que produce. La capacidad ociosa así estaría cerca del 50%.
“El consumo de maíz destinado a molienda seca en nuestro país se ha mantenido relativamente estable en la última década, con un total procesado en cada campaña de aproximadamente 200 mil toneladas. Las estimaciones para la campaña 2020/21 se ubican en esta línea, con una proyección de 201.000 toneladas. Esta cifra representa aproximadamente el 50% de la capacidad instalada total que se ha cuantificado”, confirmaron los analistas rosarinos.
Hubo muchos memes dedicados a un supuesto aumento en la producción y consumo de polenta, que al parecer no se producirá ni siquiera a pesar de los altos precios de la carne vacuna:
En este escenario, más allá del decoroso papel que viene desempeñando la industria de la molienda húmeda de maíz, la BCR aclaró que en el conjunto de ambos sectores el resultado es más bien negativo, pues el volumen industrializado del grano no ha crecido a la par de las cosechas. Por el contrario, como se exporta cada vez mayor cantidad de maíz sin procesar, “la proporción de maíz destinado a molienda sobre el total de la cosecha en cada campaña ha evidenciado un marcado descenso”.
Una baldosa son ustedes.