El ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, Luis Basterra, insiste en que es necesario desacoplar los precios internacionales de los granos, como si las retenciones y el desdoblamiento cambiario no cumplieran ya esa función.
Pero a pesar de que es él quien ocupa el cargo de ministro y conduce una estructura de miles de funcionarios públicos, también insiste en que sea el sector privado quien le resuelva el problema y encuentre la fórmula. De lo contrario, según se interpreta de sus últimas declaraciones, amaga con volver a hacer lo que parece más sencillo: trabar las exportaciones e intervenir sobre los mercados.
“No se ha alcanzado todavía una decisión para el desacople y estamos trabajándola para ver de qué forma el sector aporta ideas, de manera tal de no impedir la correcta relación entre oferta y demanda y la generación de precios, pero también de qué manera logramos que el pollo, la leche, los huevos, lleguen con precios más accesibles para la población”, declaró el ministro formoseño en una entrevista a Radio Mitre.
El 30 de diciembre pasado, el propio Basterra avaló que su ministerio suspendiera por dos meses las exportaciones de maíz, a través de una ardid administrativo basado en una ley de tiempos de la dictadura militar: el cierre del registro de Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior (DJVE) mediante el cual las cerealeras preanuncian sus embarques.
La medida fue desactivada luego de unos días ante el rechazo unánime de todo el sector privado, que aceptó sentarse con el gobierno en dos mesas interinstitucionales, la de Maíz y la de Trigo, buscando fórmulas diferentes que evitaran una intervención al mercado agrícola, como en los peores momentos del conflicto entre el campo y el kirchnerismo.
El peso de los granos: ¿Cuál es la incidencia real del trigo y el maíz en los alimentos básicos?
Ya se han producido tres reuniones de la mesa del maíz y aunque los privados aportaron una serie de herramientas para desinflar la tensión que existía en el mercado de maíz, en especial favoreciendo el aprovisionamiento del sector avícola, Basterra insiste que de allí debe salir un mecanismo institucionalizado para “desacoplar” los precios internos de los granos de los externos.
El ministro habla siempre de un fideicomiso del cual nadie tiene idea cierta de qué se trata, pues el propio Ministerio de Agricultura no ha presentado ninguna boceto técnico concreto sobre el mismo.
Pese a esta escasez de propuestas desde el sector público, Basterra sigue metiendo presión sobre el sector privado, como si no fuera él quien gobernara.
“La Argentina tiene una situación compleja porque a los muy buenos precios internacionales, que son realmente una muy buena noticia para la Argentina, se le contrarresta la situación de que esos precios internacionales impactan sobre el valor de las materias primas que constituyen parte esencial de las cadenas alimenticias de nuestro país”, explica su posición.
Según su mirada, se deben “compatibilizar dos cuestiones: una, es sostener el comercio externo y la generación de divisas pero, por otro lado, garantizar el acceso a los alimentos por parte de la población”.
El ministro insistió en que hay que “encontrar mecanismos que, sin perder rentabilidad, posibiliten el famoso desacople de los precios internacionales respecto de lo que son insumos dentro de las cadenas de producción de alimentos”.
“Nos parece una decisión más que importante la de ponernos de acuerdo en nuestro país para poder alcanzar precios que le permitan al ciudadano no tener restricciones en el acceso a los alimentos”, sostuvo Basterra, como si en vez de ser ministro de Agricultura y hacer políticas en favor de los productores agropecuarios fuera el secretario de Comercio o el de defensa de los consumidores.
Lo más curioso fue su declaración final, consignada en un cable de la agencia Télam: “Si dejamos que las cosas sucedan solas no ocurre lo que uno quiere. La necesidad de un gran compromiso de los argentinos, de los empresarios, de los trabajadores para que encontremos sistemas para que los alimentos básicos sean de accesibilidad para toda la población”.
Cierto. Las cosas no suceden solas. Se supone que hay un gobierno que debe trabajar para que sucedan.
otro demente. este impresentable se forjo en la fragua de Gildo, picoteo en INTA, mordio haciendo de Diputado….nos costo una fortuna…y no aprendio nada
A este delirante que exige propuestas hay que darle una imposible de acuerdo a la frase del che guevara “seamos racionales, pidamos lo imposible”.
Bajen el dolar a 60 y eliminen los impuestos que crean tipos de camios diferenciales, frenen la inflacion a 5% anual y se terminan los problemas.
un imcompentente hdp , resentido y cagon
Lo que se recauda por retenciones de trigo y maíz se usaría para mantener el precio de sus derivados sobraría para seguir haciendo política con precios bajos para: harina, fideos, aceite , polenta etc , pero la diferencia sería que no le podría hechar la culpa al que produce y en política hacer algo bien sin que valla en contra de alguien no sirve.
Y le quedaría las retenciones de la soja para seguir haciendo populismo..
alcanza
Es así de simple Germán, que DESACOPLE con lo que recaudan de retenciones. Lo raro es que un Maple de huevos (30) costaba el año pasado $300 y ahora menos. Mira que pasan cosas raras en este País.
NOSOTROS TENEMOS QUE HACER EL AJUSTE POR TODOS LADOS, SIEMPRE. PERO YPF SUBE COMO SI NADA Y ACUERDA, CON LOS ACREEDORES A CUESTA NUESTRA. COMO ES EL TEMA!!