La industria forestal en Argentina es uno de los sectores que mayor cantidad de divisas podría generar, teniendo en cuenta el volumen de materia prima disponible, pero no ha crecido de forma sustancial en los últimos años. Bichos de Campo entrevistó a Pablo Ruival, el director ejecutivo de Arauco Argentina (la ex Alto Paraná), una empresa productora de pasta celulósica de origen chileno con base en Misiones.
-¿Cómo caracterizaría al sector forestal en Argentina?
-Argentina tiene ventajas competitivas para la industria forestal únicas. El tiempo en que crecen los arboles, la disponibilidad de tierra y la de agua, son tres elementos centrales. La industria forestal es generadora de divisas y de fuentes de trabajo. Hoy la clave está en hacer un uso integral de la madera, y la planta de celulosa es el primer punto de partida de la industria. Si pensamos en 800 dólares por tonelada te das cuenta de la magnitud de divisas que se podrían generar. La celulosa se complementa con los aserraderos, las plantas de tableros y las de energía. Analizar uno de todos estos temas por separado es perder eficiencia.
-¿Qué inconvenientes encuentra en el sector?
-Hay distintos escollos: uno es la seguridad jurídica y otro es la Ley de Tierras (se refiere a la ley que pone límites a la posesión de tierras rurales por parte de capitales extranjeros). Cuando uno invierte en una planta de celulosa, coloca aproximadamente 2 mil millones de dólares. Tres cuartos de la inversión son para la industria pesada. El cuarto restante es la tierra que se habilita para abastecer a un porcentaje importante de la planta. Uno no puede hundir dólares en una planta y después no tener asegurado el abastecimiento. Se podría trabajar en base a contratos pero sabemos que Argentina tiene cierta inseguridad en su cumplimiento. En estas condiciones se hace difícil atraer capitales extranjeros.
-¿Qué cambios le haría a dicha legislación?
-Se puede modificar generando una excepción para la industria forestal. Ahí se abre un campo enorme de trabajo. Decir “bueno, la industria forestal esta fuera de la Ley de Tierras”. Sería un elemento simple y contundente.
-Con una exportación de productos forestales casi sin valor agregado, ¿Argentina está perdiendo una oportunidad?
-Sí, porque la industria forestal está pasando por un gran momento. Así como la soja ha ido subiendo últimamente, la madera hoy tiene una gran demanda internacional y se está exportando mucho. La celulosa también ha estado mejorando sus precios. Hay un escenario internacional sumamente promisorio. Está en los argentinos generar las condiciones de atractividad para que vengan los capitales externos a invertir.
-La reciente reducción de los aranceles a la importación de productos forestales impuesta por China, ¿afecta en forma positiva al sector?
-Es una buena señal el hecho de que China esté generando la posibilidad de conversar sobre posiciones arancelarias. En esta ocasión no significa demasiado para Argentina, porque no somos grandes exportadores de esas posiciones, pero es una señal de que se puede seguir conversando y esperar que en algún momento se logren mejoras. Pero más allá de preocuparnos por los derechos de China, tenemos que ver siempre cómo reducir nuestros derechos de exportación.
-¿Cómo están actualmente las retenciones en este sector productivo?
-Ha habido un reacomodamiento y han sido bastante racionales las medidas: algunas posiciones se incrementaron y otras se redujeron. Básicamente las que tienen mayor valor agregado. El mensaje del gobierno fue “yo voy a fomentar la exportación de valor agregado”. Con lo cual es una buena señal. Igualmente uno podría decir “bajemos los derechos de exportación de todas las posiciones”, pero como primera señal es positivo.
-¿El sector experimentó cambios entre el gobierno anterior y el nuevo?
-Se manejan reglas similares. El 2020 fue un año complejo y es difícil hacer una evaluación. Hubo elementos distorsionantes muy fuertes, pero nada que fuera en contra del sector. Podemos decir que no seguimos avanzando con la mesa foresto-industrial como hubiéramos querido, pero es difícil decir si no se quiso o no se pudo, ante un año fuera de lo común. Hay una mesa a través del Ministerio de Industria, que sabemos que está trabajando para seguir los pasos de la mesa anterior. Las intensiones de promover las virtudes de la industria están.
-En este contexto, ¿Arauco tiene previstas nuevas inversiones en el país?
-Hace poco anunciamos una inversión para la planta de celulosa de Misiones de 150 millones de dólares, en los próximos 3 años. Ya empezamos y lo que estamos haciendo es una actualización tecnológica. También hemos hecho otras inversiones de otra magnitud en la planta de Zárate. Nosotros seguimos apostando a la Argentina.
Foto: Economis