Desde el 1° de enero de 2022, es decir en el próximo ejercicio, habrá una nueva manera para distribuir entre los frigoríficos la cuota de 20 mil toneladas de carne vacuna que desde 2018 pueden ingresar a Estados Unidos con ventajas arancelarias. Se comenzará a premiar a los frigoríficos y productores que privilegien las exportaciones de cortes de alto valor. La Argentina podría así triplicar las divisas obtenidas de este negocio.
Como en el caso de la Cuota Hilton, los cortes caros que van a Europa, es potestad del Ministerio de Agricultura fijar los criterios de reparto del cupo americano.
La Resolución 281/2020 fue publicada en el Boletín Oficial con la firma del ministro Luis Basterra. Recuerda que la cuota de carne para EE.UU. fue recuperada luego de 17 años de gestiones en noviembre de 2018 (en el marco de una visita del ex presidente Donald Trump al país), y que a partir de allí el gobierno macrista estableció un criterio predominante de distribución llamado “primero llegado, primero servido”. Es decir, casi no había filtro para quien quisiera exportar, hasta cubrir el volumen del cupo arancelario.
Ese esquema fue prorrogado en 2019 y 2020. Pero en el ejercicio que está terminando, ese cupo de 20 mil toneladas se cubrió por primera vez, “agotándose el mismo antes de la finalización del ‘período contingentario’. Más allá de la frase utilizada sacada del diccionario (significa “espacio de tiempo que incluye todo el desarrollo de un acontecimiento o acción”), la creencia de las nuevas autoridades es que “el criterio de asignación ‘primero llegado, primero servido’ por sí sólo no resulta óptimo cuando existe una alta demanda por exportaciones hacia un destino determinado”. Por eso había que cambiarlo.
“Resulta necesario definir los parámetros para la distribución futura del actual cupo tarifario bajo criterios generales de eficiencia y equidad”, argumentó al nueva resolución. Y añade que con estos cambios “el criterio distributivo debe asegurar el abastecimiento regular de carnes a lo largo de todo el período para lograr la consolidación de una Marca País en el mercado estadounidense”.
Sucede que aunque se cubrió el cupo de modo anticipado, el negocio no fue tan bueno como se anticipaba, ya que la Argentina aspiraba a enviar 20.000 toneladas de cortes enfriados de alto valor al mercado estadounidense, pero los frigoríficos terminaron cubriendo la cuota con cortes enfriados de menor valor individual. Se mandó mucho, pero a bajo precio.
“Al tratarse de un mercado en formación, la Argentina cuenta con una oportunidad para estimular las exportaciones de cortes de mayor valor agregado como posicionamiento estratégico de sus ventas al exterior”, reconoció Agricultura al justificar estos cambios en los modos de distribución, y que básicamente incorpora “la ponderación del desempeño exportador a través del valor FOB promedio de venta” (algo así como la llamada paste performance), como nuevo criterio central para el reparto.
La norma también crea una nueva categoría, además de los frigoríficos y los grupos de productores que permanecen, para los nuevos jugadores que quieran acceder al cupo: “Establécese provisionalmente un cupo de hasta 2.000 toneladas (el 10% de la cuota) anuales para atender los requerimientos de los Proyectos Conjuntos y los Postulantes Nuevos con habilitación sanitaria para exportar” a los Estados Unidos.
Para las restantes 18.000 toneladas se aplicarán en el reparto dos nuevos criterios: el valor promedio obtenido por los exportadores en todos los destinos y el valor promedio específico logrado en el ejercicio anterior en el mercado estadounidense.
Se deduce con claridad que la intensión del gobierno es asignar mayores porciones del cupo a los frigoríficos que hagan mejores negocios de exportación en ese mercado. El año 2020 hubo apenas 13 plantas argentinas
habilitadas.
Del total de 20.000 toneladas exportadas, medidas en valor FOB, el 52% correspondió a cortes del cuarto delantero, el 42% a cortes del cuarto trasero, y el 6% restante a recortes de troceo. El negocio completo alcanzó los 95 millones de dólares.
En cuanto a la participación de los cortes del cuarto delantero medido en volumen, el mismo se ubicó en el 56% versus el 37% para los cortes del cuarto trasero.
Esto marca a las claras que existe un margen notable para incrementar los valores de exportación aprovechando este cupo. Además de enviar mejores cortes, habría que incrementar la participación de los envíos de carne enfriada, que solo representó el 14% del total del cupo en 2020, frente a un apabullante 86% de la carne congelada.
En este contexto, el precio promedio de venta rondó los 4,77 dólares por kilo, pero los cortes del cuarto trasero se ubicaron muy por encima de ese valor, llegando a casi 13 dólares en el caso del lomo.