Mano a mano con Javier Rodríguez, ministro de Desarrollo Agrario de la Provincia de Buenos Aires. Bichos de Campo ya lo entrevistó al inicio de su gestión, cuando el ascenso de Axel Kicillof y su equipo a la principal provincia argentina generaba recelos y temor en las filas agropecuarias bonaerenses. Un año después, Rodríguez cree que ya están planteadas las bases de una nueva política agropecuaria en territorio bonaerense, que lejos de confrontar con el agro propone una agenda concreta de desarrollo.
En rigor, la excusa para esta entrevista fue el gasto, un mes atrás, de varios millones de pesos del presupuesto de esa cartera agropecuaria para cambiar la flota de vehículos. Esa decisión fue oficializada mediante la Resolución 140/2020, publicada en noviembre pasado en el Boletín Oficial provincial.
“Este era un ministerio que prácticamente no tenía camionetas y para cualquier política que quiera impulsar la producción es necesario tener una presencia territorial”, explicó el economista. Y agregó que “muchas de esas camionetas formarán parte de las estaciones experimentales del ministerio ya que, por ejemplo, cuando ingresamos, la estación de Gorina no tenía ninguna camioneta en funcionamiento y es imposible pensar así en una estación experimental que lleva adelante producciones”.
Mirá la entrevista completa a Javier Rodríguez, ministro de Desarrollo Agrario de la Provincia de Buenos Aires:
-Perdón Javier. Me la dejás picando, porque el ex ministro de Cambiemos, Leonardo Sarquís, se ufanaba de ser el ministro que más había recorrido la provincia en vehículo oficial ¿Ahora me decís que el ministerio no tiene camionetas?
-Y bueno, pero es así. Nosotros tenemos una mirada de que todo el ministerio tiene que estar acompañando y en ese sentido es muy importante la presencia de los directores y técnicos, para lo cual se requiere de estas camionetas para recorrer el territorio de la provincia de Buenos Aires que tiene 30,7 millones de hectáreas y una longitud enorme de caminos.
-Uno generalmente escucha hablar de la experimental del INTA y pocas veces de las experimentales del ministerio bonaerense. ¿Cuántas son?
-El ministerio tiene 14 experimentales y algunas de ellas tienen una orientación muy específica. Por ejemplo, la de General Belgrano está abocada directamente a la producción apícola. Pero hay otras con un carácter más general donde hay variedad de experimentación y de trabajos vinculados a la producción. Desde el inicio de la gestión planteamos el fortalecimiento del rol de las chacras y de las estaciones experimentales del ministerio, porque nos parece que una parte de la política pública debe contribuir con la innovación, experimentación y desarrollo para que luego el productor pueda aprovechar ese conocimiento para producir mejor.
Hace poco firmamos un acuerdo con el INTA y con la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (Fauba) para empezar a ensayar las distintas variedades de maíz que ellos desarrollaron en nuestras chacras experimentales. Para nosotros es una línea de trabajo muy importante.
-Hace poco también anunciaron un programa ambicioso junto al gobernador Kicillof en donde hablaban de destinar unos 40 mil millones de pesos a la política agropecuaria y buena parte de ese dinero es de créditos del Banco Provincia. ¿En qué consiste ese programa?
-Hay un dato importante acá y es que este año volvió el crédito al sector y a la producción. De los números que presenta el banco tenemos más de 23 mil millones de pesos en créditos otorgados, y en una línea más general que es la de descuento de cheques hay otros 50 mil millones y en este caso es para todos los sectores económicos aunque el agro tiene una participación alta.
-Como economista ¿Cuál es la lectura que hacés de este crecimiento del financiamiento?
-La verdad es que el crédito es ventajoso. Las distintas líneas tenían tasas de interés claramente por debajo de la inflación. Cualquiera que está vinculado a la producción sabe que está pagando un poco menos. Por supuesto que siempre debe tener un proyecto que le permita el re pago. Desde un principio la idea de Kicillof era que el banco estuviera orientado a la producción y antes tenía otro tipo de colocaciones financieras. Esta vez se destinó fundamentalmente a brindar créditos a los sectores productivos.
-¿Y a vos te parece un buen momento para que los productores apuesten a incorporar no sólo capital de trabajo sino también bienes de capital como maquinaria?
-Yo pienso que si, y más sabiendo que existe la posibilidad de financiamiento en pesos, lo cual también da un conjunto de garantías o de resguardos ante cualquier situación; pero además vemos una perspectiva económica general buena ya que los precios internacionales están expresando una demanda sólida y muchos analistas prevén una recuperación de la economía argentina para el año próximo, por eso pienso que habrá un impulso tanto desde la demanda interna como internacional y si eso se complementa con condiciones de financiamiento está claro que es un buen momento para apostar por la inversión y la producción.
-Escuché que decías que un tercio de la producción agropecuaria nacional sale de la provincia de Buenos Aires y que además está atravesando muy buenas perspectivas climáticas ¿Qué estimación hacés para la cosecha que viene?
-En cuanto a la campaña de trigo, prevemos buenos resultados en Buenos Aires más allá de que hubo complicaciones en algunas regiones. Habrá que ver los rindes finales obtenidos pero partimos de un aumento del 4% en la superficie sembrada. Y con respecto a la campaña Gruesa que arranca estimamos buenas condiciones climáticas y económicas, ya que los precios internacionales y de insumos nos permiten ver que la ecuación es favorable y si bien es prematuro lanzar estimaciones, las perspectivas son buenas.
-En referencia al trigo, desde la Cámara Arbitral de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires están desde hace 6 o 7 años tratando de impulsar los análisis de calidad y dicen que recién ahora encuentran en la gestión de ustedes una bajada a territorio. ¿Esto es así?
-Si, es así. Estamos muy contentos de haber podido firmar este convenio con la Bolsa y esto de darle más importancia a la calidad del trigo ya había sido conversado cuando se formó la Mesa provincial del Trigo. Había distintos antecedentes pero siempre muy acotados; por eso decidimos poner a todo el ministerio para trabajar en esto y esperamos obtener resultados estadísticos importantes. Y para el productor resulta algo anónimo ya que se le otorga un código que le permitirá saber qué tipo de calidad tiene y para nosotros, a su vez, es un dato estadístico a la vez que nos ayudará a colocarlo a mejor precio en los mercados internacionales.
-¿No consideran que le están dando mucha cabida en lo político institucional a la cuestión agroecológica? ¿Corremos el riesgo de que se configure como un eje central y nos olvidemos de las grandes producciones?
-No, yo creo que para nosotros es un elemento más de todas las políticas que desarrollamos, lo que pasa es que a veces hay temas con más interés y difusión pero la verdad es que en este contexto de pandemia sumamente complicado nos dedicamos a poner al ministerio en funcionamiento y a tener líneas de trabajo con las distintas producciones y productores. Incluso te diría que muchas veces trascendemos las producciones y miramos la ruralidad; el ministerio quiere impulsar el desarrollo del interior bonaerense. Para ponerlo en ejemplo, hicimos un convenio con el ministerio de educación provincial para articular las escuelas agro técnicas con proyectos productivos.
-¿Qué hay del relanzamiento del Plan Toros? Parece una idea sencilla pero le llevó muchos años aplicarlo al país
-Si, tal cual. Había algunos antecedentes y municipios que hacían pruebas pero para nosotros es importante que esas políticas se lleven a cabo. En este plan de prevención de enfermedades venéreas logramos incorporar a 80 municipios.
¿Y cuál es el aporte concreto del plan a los productores?
-Lo planteamos en distintas etapas de difusión y capacitación. Este año, por la pandemia la capacitación fue de modo virtual pero muy interesante. Y también planteamos que los testeos de venéreas sean gratuitos en los laboratorios oficiales. Eso ya está implementado. Esto no es algo para hacer una semana y a la siguiente olvidarla, esto es un proceso, un programa que tiene que generar una habitualidad y práctica por parte de los productores.
-El final de este camino sería levantar el índice de destete o bien que haya más terneros por vaca y menos vacas enfermas en los partidos de la Cuenca del Salado. De eso dependerá el éxito o el fracaso
-No hay ninguna duda. Con los indicadores estamos a mitad de tabla. Hay mucho para hacer. Los conocimientos y capacidades están y además venimos articulándolo con el INTA y con el Senasa. Nuestra meta es modificar esos indicadores.
-Hace poco más de un año ganaban las elecciones en una provincia como Buenos Aires tan inabarcable y vasta. Un año después ¿Cuál es la lectura más política de la gestión? ¿Se va definiendo el perfil de una política agropecuaria en la provincia?
-Yo creo que si. Siempre lo vimos como un desafío y una responsabilidad. El gobernador nos dice permanentemente que debemos asumir la responsabilidad de modo integral. Hay muchas líneas de trabajo que esperamos se plasmen en hechos concretos y sobre todo en modificación de algunos de los índices. El desafío es generar más producción, más trabajo y más desarrollo local y provincial, porque sigue habiendo mucha desigualdad entre distritos y territorios.
-Un compañero tuyo en el Gabinete, Augusto Costa, mencionó la posibilidad de desacoplar precios por la suba de los alimentos y el presidente Alberto Fernández dijo que hay que controlar mucho los precios. ¿Qué pensás? Porque está el temor de volver al pasado.
-Yo entiendo que el presidente plantea esta preocupación de aumento de precios de alimentos. Creo que se trata de entender cómo funciona cada etapa de la cadena de alimentos porque permite desarrollar la producción y que los consumidores puedas acceder a productos accesibles, así que pienso que hay que tener una mirada atenta sobre estas cosas.
-¿Vos entonces creés que se puede encontrar un equilibrio entre producir más y vender a precios razonables?
-Tal cual. Yo creo que se pueden generar esas condiciones. Esto tenía que ver con la idea de aplicar la Ley de Góndola, la cual sostiene que en supermercados debe haber un espacio para los productos originados por las pymes y productores chicos con el objetivo de potenciar la competencia. Yo creo que eso también abre una posibilidad de desarrollo y crecimiento en un sector que genera mucho empleo. Esos sectores productivos de menor escala tienen que ver también con el desarrollo local y al haber mayor oferta y variedad de productos se garantiza una mejor competencia y acceso a precios de parte de los consumidores.