La producción de trigo en la campaña agrícola 2020/21, que se está terminando de cosechar, será un 15% menor que la de hace un año. Esto es decir que habrá 3 millones de toneladas menos que tras la campaña 2019/20. Este volumen equivale a la mitad del consumo local de ese cereal.
Según la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) y su sistema GEA, la nueva estimación de diciembre muestra una caída de la proyección hasta 16,5 millones de toneladas. La sequía está haciendo mella: “La campaña sigue mostrando indicadores negativos, obteniendo el segundo peor rinde de los últimos 10 años”, explicó el informe de los técnicos de la BCR. El rendimiento promedio del trigo volvería a ubicarse por debajo de los 30 quintales (3.000 kilos) por hectárea, después de varios años de superar ese techo.
“El año pasado hubo sequía, pero la tecnología le puso un piso a los rindes trigueros y se reflejó con una producción récord de 19,5 millones de hectáreas. Este año la sequía fue más que el esfuerzo del productor. Empezó limitando la siembra, ya que se sembraron 240 mil hectáreas menos que en el 2019. Pero se fertilizó más y mejor con niveles récords”, relató Cristian Russo, de los GEA.
Para calcular esta caída de la oferta de trigo, la BCR tuvo en cuenta una siembra de 6,56 millones de hectáreas, con una pérdida de superficie de 600 mil hectáreas.
Sobre esa superficie se calculó un rinde nacional promedio que pasaría pasa de 28,4 a 27,7 quintales, el segundo peor rinde nacional de los últimos 10 años. “En el ciclo 2012/13, cuando el trigo se hacía con un paquete tecnológico que poco tiene que ver con el actual, el rinde fue de 27 quintales”, apuntó Russo, recordando los tiempos en los que la intervención de Guillermo Moreno en el mercado espantaba a los productores, que rehuían de la tecnología. En aquel momento se sembraba la mitad del trigo que ahora. La producción llegó a caer a 8,5 millones de toneladas.
Esta vez no fue Moreno sino la falta de lluvias. Determinó la BCR que “el 70% de avance de la cosecha evidencia los efectos de una sequía extrema: dominó por entero el ciclo triguero en casi toda la región pampeana excepto en Buenos Aires”.
Córdoba, en especial, padeció esta falta de agua. Allí los rindes trigueros son casi la mitad de los nacionales, con 15,2 quintales promedio. El resultado productivo es incluso más bajo que el del ciclo 2009/10, cuando se obtuvieron 15,6 quintales. Así, “la producción provincial caería un 62% respecto a hace un año”.