Unas 250 mil toneladas de afrechillo de trigo, uno de los subproductos de la molienda del cereal, se están exportando cada año desde la Argentina. El crecimiento de estos embarques ha sido meteórico desde 2018 y esta situación fue observada por los especialistas en mercados de la Bolsa de Comercio de Rosario, que realizaron un completo informe sobre este novedoso negocio de exportación, que logró generar un 300% más de divisas desde 2018.
En ese estudio, Bruno Ferrari y Emilce Terré describen a este subproducto del proceso de molinería y obtención de la harina como “un alimento de tipo energético-proteico” muy demandado para elaborar raciones para la producción animal.
El afrechillo de trigo “normalmente se presenta en polvo, pero últimamente se lo comercializa en forma de pellets. Su alto elevado porcentaje de proteínas, con un muy bajo porcentaje de desmenuzado, lo hace muy fácil de utilizar para las dietas de cerdos”. El subproducto tiene 86% de materia seca, 2,80% de materia grasa: y 5% de energía metabólica.
En general la molienda de trigo está bastante estancada: la Argentina muele unas 6/7 millones de toneladas de trigo por año para abastecer su propio mercado y exportar a lo sumo 1 millón de toneladas de harina. Como derivado de esa actividad central, la evolución productiva de pellet de trigo ha estado condicionada y “no se ha alcanzado un crecimiento sostenido en los últimos 20 años”. De todos modos, los analistas de la BCR remarcaron que la producción de este afrechillo fue de 1,5 millones de toneladas en 2019, un volumen que podría repetirse en 2020. Es el mejor resultado productivo desde 2011, cuando se lograron 1,6 millones de toneladas.
Pero donde destaca ahora ese negocio es en exportaciones. “A partir de 2018 se observó un crecimiento importante en el tonelaje exportado de pellet de trigo, arribando en 2019 a un máximo desde al menos 2002 con 249.315 toneladas”, destacó el trabajo.
En función de ese resultado, la proporción del pellet enviado al exterior alcanzó en 2019 el 16,4% del total producido, la mayor participación desde 2002. “Si bien aún no se tiene el dato consolidado del 2020, hasta el mes de octubre dicha internacionalización de este subproducto se encuentra nada menos que en el 16,8%”, indicaron los técnicos de la Bolsa rosarina.
Así las cosas, el valor exportado pasó de 7,3 millones de dólares en 2017 a 30,3 millones en 2019,
¿Y a dónde se exporta el afrechillo? Los países de la región, y principalmente Uruguay, han sido los principales mercados. Pero los analistas de la BCR destacaron que “el salto en las exportaciones de los últimos años viene de la mano de una ampliación de destinos hacia otras regiones del mundo”. Como nuevos compradores del subproducto han aparecido varios países del norte de África y de Medio Oriente. En esa lista se cuentan Arabia Saudita, Marruecos, Omán y Senegal.
Varias empresas participan del negocio. Pero ahora cobra sentido la creación del Fideicomiso FAIM, una estructura exportadora lanzada en 2009 por la Federación Argentina de la Industria Molinera. “Desde el año 2018 y casi una década posterior a la conformación de tal sociedad, el Fideicomiso FAIM alcanzó su objetivo de incrementar el volumen exportado y con una representatividad del 30% respecto al total registrado” de las exportaciones.
El documento analiza también la inserción argentina en el mercado global. A lo largo del último lustro se realizaron transacciones por unos 900 millones de dólares anuales. El dato más preciso es que hubo ventas por 808 millones en 2019.
En este contexto, tras alcanzar una participación del 2,4% de los despachos mundiales de pellets de trigo en 2011, a partir de 2018 y en sintonía con el crecimiento de sus exportaciones la Argentina logró un gran salto en la participación global hasta alcanzar el 3,8% en 2019.
“No solo se observó un crecimiento en el valor exportado de pellets de trigo del 322% en los últimos tres años, sino que se logró acaparar una mayor porción del mercado mundial gracias a la expansión de las exportaciones hacia nuevos destinos”, celebró la Bolsa de Rosario.