Glencore Agriculture, compañía agroindustrial global con sede central en Regina (Canadá), anuncio que cambió su nombre a Viterra, que es la denominación, precisamente, de la compañía canadiense que había sido adquirida por Glencore en 2013.
“Hoy es un día histórico para nuestro negocio, dado que estamos adoptando el nombre y la marca Viterra de manera global”, dijo David Mattiske, director general de Viterra, por medio de un comunicado.
“Durante las últimas cuatro décadas, hemos crecido sostenidamente para convertirnos en una de las empresas agrícolas líderes del mundo. El nombre Viterra, que significa vitalidad desde la tierra, une nuestro negocio bajo un mismo nombre con un propósito compartido, fortalece nuestra identidad y nos posiciona sólidamente para un futuro crecimiento”, añadió.
Viterra opera en 37 países. Debido a cuestiones de tiempos y actividades comerciales, en la Argentina, Australia, Brasil, Egipto, Kazajistán, Nueva Zelanda, Rumania, Rusia y Ucrania el cambio de marca se oficializará en mayo 2021.
En Argentina, la operación de Viterra incluye a Oleaginosa Moreno Hermanos Sociedad Anónima (OMHSA) y Renova S.A. (esta última es la fábrica de molienda de soja con mayor escala a nivel mundial).
Hasta el año pasado la compañía agroindustrial argentina Vicentín SAIC era la principal exportadora de aceite de girasol y uno de los mayores jugadores en el negocio de harina y aceite de soja. Pero luego de la cesación de pagos instrumentada en diciembre –que derivó en la presentación de un concurso preventivo– se retiró del mercado.
Con la salida del negocio de la concursada Vicentín SAIC, socia de Glencore en Renova, la compañía ahora denominada Viterra se transformó en la primera exportadora argentina de harinas y aceites vegetales, mientras que, en lo que respecta a ventas externas de granos, ocupa el octavo puesto en el ranking nacional.
Datos oficiales indican que en los primeros diez meses de 2020 Oleaginosa Moreno (Viterra) concentró un 30,0% y 23,8% de los embarques de aceites y harinas vegetales, respectivamente.
El último balance presentado por la concursada Vicentin señala que en el primer semestre de 2019 el directorio de esa compañía comenzó a mantener conversaciones con Glencore para vender su participación en Renova, lo “que hubiese permitido a la sociedad cancelar su deuda comercial y entrar en el 2021 en un proceso de reestructuración de su deuda financiera muy razonable si los resultados acompañasen el flujo futuro”.
“Lamentablemente, existía un share retention agreement (acuerdo de retención de acciones) que impedía la venta del 33,33% del porcentaje del paquete accionario, por lo cual sólo pudo concretarse la venta parcial del 16,67% libre, flujo que no resultó suficiente para responder a las expectativas de las productores, que en los últimos días anteriores al cambio de gobierno incrementaron sus ventas por temor a cambios en el nivel de retenciones” (sic).
Vale recordar que recién el 17 de diciembre de 2019, doce días después de declararse en cesación de pagos, Vicentin informó que transfirió un 16,67% de su tenencia accionaria en Renova a Renaisco BV afiliada de Glencore Agriculture.