En el mercado ganadero la suba que algunos esperaban para fin de año se adelantó, tal como lo anticipó Bichos de Campo hace pocos días. En tan solo dos semanas la hacienda liviana lleva una suba del 15%, cuando ya había logrado acumular incrementos superiores a la inflación. Esta suba sigue siendo menor a los costos del engorde a corral, que acumula pérdidas de 7 mil pesos por vacuno que manda a la faena, porque tal como le sucede a la lechería, los granos subieron más.
Esta semana hubo subas en todas las categorías y nuevos precios que batieron récords en el Mercado de Liniers debido a que la hacienda liviana de feedlot comienza a escasear, por la menor reposición en los engordes. Según los pronósticos, la faltante se sentiría durante todo el verano porque además no hay terneros de cría en esta época del año.
A las subas que acumuló el ganado para consumo le siguieron alzas al precio de la hacienda para exportación. De acuerdo con los informes de la Asociación de Productores Exportadores (APEA), el valor del novillo de exportación oscila entre 209 y 213 pesos por el kilo de carne en gancho, lo que equivale a unos 120 a 125 pesos por kilo vivo, dependiendo del rendimiento de cada animal.
La suba con respecto a los valores que había hace dos semanas atrás fue del 5% y lo llamativo es que esto se da en medio de una caída de los precios de la carne que se manda a Europa. El valor de la cuota Hilton llegó en estos días a un piso de 6 mil dólares la tonelada, el más bajo de la historia y desde que arrancó la pandemia y la cuarentena global.
La suba se puede explicar por la devaluación de la moneda local y por el faltante de novillos, ya que esta categoría se dejó de producir en la Argentina desde que el kirchnerismo decidió condicionar las ventas de carne vacuna a los mercados internacionales. También influye el “rulo financiero”, que según algunos analistas y operadores del negocio, es aprovechado por los exportadores para liquidar ventas en el contado con liquidación y escapar al dólar oficial, lo que les permite capturar una mejor renta.
Esta situación aparece cuando se intenta controlar al extremo al mercado cambiario y cuando además el dólar carne es muy bajo respecto del oficial, al cual hay que descontarle las retenciones, por lo que queda en 70 a 72 pesos, marcando una brecha del 100% respecto del valor del dólar oficial (con los últimos impuestos cargados) y del 130% con respecto al dólar blue.
Esas maniobras de parte de algunos operadores de la exportación es lo que también permite pagar la vaca tipo manufactura, y se conserva por encima de los 80-85 pesos por kilo. Según los operadores esa es la verdadera capacidad de pago que habría con los valores que impone el mercado chino, que son 30% inferiores a los del año pasado. China está dispuesta a llevarse casi todo, pero queda claro que será imponiendo sus condiciones de pago.