La poderosa asociación brasileña de trigo (Abitrigo), que agrupa a los molinos que compran buena parte de la cosecha argentina de ese cereal, se manifestó en contra de la aprobación en Brasil del trigo transgénico HB4, desarrollado por la empresa local Bioceres en conjunto con el Conicet y autorizado la semana pasada en la Argentina, pero con la condición final de que también sea aprobado en Brasil.
En un extenso comunicado, la entidad adelantó que “se manifestará contraria a la comercialización tanto de harina como del trigo transgénico en el transcurso de la audiencia pública convocada por CTMBIO (la Comisión Nacional de Biotecnología de Brasil), a solicitud de empresa argentina productora de trigo transgénico”.
El rechazo público de Abitrigo a la variedad HB4, que fue modificada para tolerar mejor las condiciones de sequía, es un traspié en la estrategia de Bioceres para poder liberar a la siembra esa nueva variedad transgénica. Pero en esa compañía de biotecnología rosarina no dieron todo por perdido. Dijeron que la nota de los molinos respondió a un pedido de la cadena triguera argentina (que también rechaza esta innovación) y anunciaron que “tienen pautada una serie de reuniones en los próximos días con los directivos de Abitrigo para atender sus dudas e inquietudes”.
A la reunión de la CNTBio, además, asistirían sectores brasileños interesados en el nuevo trigo modificado: entre ellos los cuatro principales productores del cereal en Brasil.
Por lo pronto, el comunicado de Abitrigo parece tajante respecto de la posición de esa industria, que ha sido siempre uno de los mejores clientes de los exportadores argentinos del cereal. “Abitrigo hace pública su posición contraria a uso de esta fuente alternativa de generación de alimentos. El trigo argentino representa, en la mayor fuente de suministro en Brasil, alrededor del 60%, complementado por por trigo nacional (30%) y otras fuentes (10%)”.
Abitrigo, como en el caso de los trigueros argentinos, no se manifestó en contra de la innovación en ese cultivo. Recordó que en el vecino país ese proceso estpa liderado por Embrapa y “ha promovido grandes avances en la calidad y productividad de trigo, sin necesidad de utilizar tecnología de modificación genética”.
En ese sentido, Abitrigo colocó a tope los intereses de los consumidores que en apariencia rechazan la introducción de un trigo transgénico. “Desde hace unos 30 años, este tema ha sido objeto de análisis por parte de la comunidad científica nivel internacional, de gobiernos y consumidores en países que tienen una fuente esencial de como Canadá, Estados Unidos, Australia y la Comunidad Europea, donde el el consumo per cápita supera al consumo brasileño dos veces. Estos análisis determinado, hasta el momento, la no aprobación del uso de Trigo GM”, enfatizaron los brasileños.
Abitrigo también citó un informe de la FAO que solo registra dos variedades de trigo transgénico aprobadas en el mundo, una en Estados Unidos en 2004 y esta de la argentina Bioceres. En el primer caso, el trigo OGM “generó grandes repercusiones negativas a nivel mundial y la interrupción de su producción y comercialización”, se recordó.
“En contacto con entidades representativas de la cadena triguera en Argentina, como la Federación Argentina de la Industria Molinera, las Cámaras Arbitrales Argentinas, los Exportadores Argentinos, fuimos informados de la posición en contra de la producción y comercialización de productos transgénicos, manifestada públicamente y con la autoridades de ese país”, reconoció Abitrigo, que hizo notar el fuerte lobby de la cadena triguera de la propia argentina al producto.
También estableció que una investigación interna impulsada por Abitrigo estableció que el 85% de los molinos de Brasil es “no favorable al uso de trigo transgénico y el 90% informó estar dispuesto a interrumpir sus compras de trigo argentino si se inicia la producción comercial en ese país”.
“Por otro lado, no hemos identificado ningún movimiento de demanda de los consumidores brasileños por soluciones transgénicas. Por el contrario, hay manifestaciones publicado por asociaciones de consumidores con restricciones sobre el uso de estos productos transgénicos”, estableció Abitrigo.