Está comprobado que los aviones son una herramienta eficaz para el combate y mitigación de los incendios forestales, porque pueden llevar grandes cantidades de agua a zonas a las que los camiones de bomberos no pueden ingresar. Pero claro que no todos son aptos para desempeñar esta tarea de control. “¿Qué diferencia tiene un avión hidrante de un avión de pulverizaciones? La capacidad de agua y la compuerta específica para lanzarla rápidamente”, explicó a Bichos de Campo Roberto Tomassoni, especialista en aeroaplicaciones y titular de Falconer Aviation.
Y aunque dicho así puede parecer obvio, en Córdoba los aviones aeroaplicadores se han transformado en una herramienta más para combatir los incendios. ¿Es obligatorio modificar el avión, agregándole una compuerta hidráulica, para que pueda ser hidrante? Aunque no es excluyente, porque ante una situación de emergencia el avión podría funcionar de igual forma, las condiciones de habilitación lo vuelven necesario.
Más allá de lo técnico, la clave está en que el piloto adquiera la habilitación adicional de piloto forestal, realizando el curso pertinente. Pero esto no es barato y el piloto aeroaplicador que desee colaborar deberá poner de su bolsillo.
“Han existido durante mucho tiempo trabajo de ayuda a bomberos regionales en puntos del país en donde hay aeroaplicadores. Es Córdoba en donde más intervenciones hemos tenido y lo que le propusimos al gobierno provincial es que cuando la dirección aeronáutica de la provincia no pueda cubrir el requerimiento de los bomberos de las distintas regiones, nos cubran los costos de la operación”, dijo Diego Martínez, vicepresidente de la Federación Argentina de Cámaras Agroaéreas (Fearca).
“Para una empresa privada, para una pyme, cuyos costos son en su mayoría en dólares, se nos hace muy difícil. Nosotros mantenemos nuestra infraestructura, nuestras habilitaciones, nuestras aeronaves y nuestros seguros. No estamos en condiciones de realizar determinadas intervenciones para colaborar una o dos veces al año con nuestros bomberos locales, pero no queremos dejar de colaborar”, agregó Martínez.
En este sentido, los aeroaplicadores conocen las limitaciones del trabajo y no buscan extinguir incendios en las sierras, sino ser una herramienta para situaciones particulares. El diseño de estos aviones es ideal para trabajar a bajas distancias y lograr aplicaciones más directas.
Es por eso que en 2018 la Cámara Provincial de Aeroaplicadores puso por escrito este pedido al gobierno de Córdoba mediante un convenio que estipulaba la colaboración estatal a los aeroaplicadores que pusiesen sus aviones a disposición.
“Como operadores tenemos que hacer un curso específico para obtener la habilitación y decirle a la compañía de seguros que necesitamos la cobertura extensiva de incendios. Nosotros lo asumimos pero con el compromiso de que del otro lado, cuando nos necesiten, nos cubran”.
En más de una oportunidad, desde la provincia se ha indicado que la mayoría de los aviones hidrantes están destinados a contener los focos activos en las sierras. A pesar de ese panorama y con dos años ya sin respuesta, los aeroaplicadores de las distintas zonas de Córdoba se muestran a disposición de aquellos cuarteles de bomberos que necesiten de su ayuda.