Desde que arrancó la cuarentena, en marzo pasado, los gobernadores e intendentes comenzaron a tomar medidas restrictivas a los movimientos de personas y mercaderías. Estas decisiones unilaterales, justificadas en la salud, vienen complicando al sector productivo más allá de que el rubro fue declarado “esencial” desde el principio de la crisis.
Una de las situaciones más calientes se produjo en los límites entre las provincias de Córdoba y San Luis. Allí hubo gestiones varias, recursos de amparo y hasta protestas de productores cordobeses y puntanos, que esta semana incluyeron cortes de rutas en diferentes puntos. Tras esta protesta, se logró flexibilizar las exigencias del gobierno de San Luis para con los cordobeses, que ahora tienen más posibilidades de acceder a trabajar en los campos en esa provincia.
Alejandro Casale pertenece a la Confederación Rural de San Luis y explicó a Bichos de Campo que ahora los productores o contratistas que vayan de Córdoba a San Luis deben hacerse primero el test para chequear que no tengan coronavirus y luego podrán permanecer hasta 20 horas en ese distrito. Cada test según -dijo Casale- cuesta 3 mil pesos, nada menos.
En tanto, el que desee por cuestiones laborales permanecer más tiempo, deberá hacer una cuarentena de al menos una semana en el campo, pudiendo irse ante siempre que salga de la provincia. Hasta ahora, San Luis obligada a hacer esa cuarentena forzosamente en un hotel de la localidad de La Punta, con elevados costos y tiempos muertos.
“Es un adelanto, pero no alcanza”, evaluó Casale, quien luego explicó que esos cambios no benefician a los productores de San Luis que quieren ir a la provincia vecina o moverse con tranquilidad por territorio puntano.
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En tal sentido, el ruralista expresó que, por un lado, los productores de San Luis que quieren ingresar a Córdoba todavía “deben hacer una cuarentena de 14 días”, y que se sienten muy maltratados por las autoridades de esa provincia.
“Desde abril que les llevamos protocolos y no hicieron nada. Luego cada rural hizo su gestión, pero no lograron nada y por eso se dieron las protestas. No flexibilizaron nada para los productores de San Luis y encima nos tratan de vivos o de delincuentes y nos enfrentan con la sociedad”, expresó Casale.
El dirigente rural dijo que incluso propusieron colocar un aparato satelital en las camionetas, para que fueran monitoreados. También pidieron que se desarrolle una aplicación especial para llevar en el celular. La idea era que esas herramientas les permitieran a las autoridades tener un control sobre los movimientos de los productores que venían de otras provincias y les evitaba a ellos tener que hacer la costosa cuarentena de 14 días.
Según indicó, esta semana esperan verse con los funcionarios provinciales, aunque “el único que atiende es el ministro de la Producción”, aclaró. Esperan que en ese encuentro haya respuestas porque “la gente anda asustada por la persecución de los funcionarios. Crearon una Policía Covid, sin ploteo ni uniforme”, contó.
La Provincia de San Luis, además, es otro distrito castigado por la cuestión climática, que necesita de inversiones que las políticas limitan: “La provincia está devastada climáticamente y la cuarentena que cerró la zona agravó la situación. Pr eso van a quedar miles de hectáreas sin sembrar”, advirtió.