Europa, el segundo mayor cliente para los frigoríficos de la Argentina, la que históricamente llevó los cortes de mayor calidad y que pagaba altos precios por ellos, frenó en el último mes sus compras de carne vacuna. La explicación de los importadores es que allí el producto se consume fuera de casa, en lo que se conoce como el canal “horeca” (hoteles, restaurantes y catering). Con la vida social paralizada por la crisis del Coronavirus, los importadores comenzaron a renegociar los embarques que estaban llegando, a pedir más plazo de pago, a renegociar el precio y en algún caso incluso se rechazó la mercadería.
La situación preocupa a los frigoríficos e impacta en los precios del ganado, especialmente de la categoría “novillos”, que es la que se faena para atender a esa clientela. Los valores vienen en caída y no sólo en la Argentina sino también en los países vecinos del Mercosur. Lo explicó el analista Ignacio Iriarte en su reciente Informe Ganadero: “Por el lado externo, se destaca la caída casi total de la demanda por cortes Hilton, como consecuencia de la paralización de la ‘restauración’ en Europa, con el cierre masivo de restaurantes y hoteles. Por ahora, no hay una salida alternativa para estos cortes en otros mercados”.
En la Argentina el novillo para exportación, según la estadística que publica el IPCVA (Instituto de Promoción de la Carne Vacuna), a mediados de febrero se llegó a pagar 2,90 dólares el kilo -tomado como carne en gancho-. A fin de marzo su valor había retrocedido 30 centavos de dólar. Y de acuerdo a la información de consignatarios esta semana cayó a 2,50 dólares (equivalente a unos 90 pesos en pie), quedando incluso por debajo de los precios de los mejores novillos para consumo que se pagan en el Mercado de Liniers. La caída fue del 14%.
Pero no es un fenómeno local. En Uruguay también cae el precio del novillo y es peor, porque allí la dependencia de la exportación a Europa es mucho mayor que en la Argentina. La mayor parte de la carne que produce el vecino país termina en los mercados internacionales y por eso estos cimbronazos le pegan duro a las cotizaciones.
Según los datos del mismo IPCVA, en Uruguay la carne en gancho llegó a valor 3,60 a mediados de febrero para caer a 3 dólares esta semana. La baja fue de 17%.
El consultor Rafael Tardáguila describió de este modo la situación: “La faena de la semana pasada fue mínima y en esta semana bajó más. La carne que se produce y no se exporta se consume a nivel interno, se guarda en cámaras o se manda a China, que reactivó sus compras. Los que antes vendían cuatro contenedores de forma regular a Europa ahora despachan solo uno y no hay negocios nuevos”.
Bajas mayores se cuentan en los valores de los novillos en Brasil y Paraguay, que también padecen el cese de las compras desde el viejo continente.
En el mercado de San Pablo, en febrero el kilo de novillo all gancho valía 3,07 dólares y ahora cotiza a menos de 2,50. La baja fue de 18%. En Paraguay la caída fue mayor, pues si en febrero en pie el novillo cotizaba 1,55 dólar por kilo ahora vale 1,10. Así los pecios se redujeron casi 30%.