Agroleaks, por Alejandra Groba.-
Como si tuviera una maldición, buena parte de lo que produce el NOA (Noroeste argentino) está cuestionado. Primero fue el tabaco, que ya tuvo su Waterloo. Ahora, al parecer, sigue el azúcar, que es la mayor fuente de ingresos de toda la región.
En una iniciativa que parece idea de un inimaginable lobby de la stevia, aunque es más probable que derive de la intención de ser políticamente correcto, el Consejo Deliberante de la ciudad de Córdoba acaba de prohibir la exhibición de azúcar en las mesas de bares y restaurantes, y quien la desee deberá pedirla especialmente. Además, todos los espectáculos que se lleven a cabo en la ciudad deberán disponer de bebidas sin azúcar.
Cuesta saber cuál será el impacto de la prohibición, ya que no existe una estadística confiable de venta de azúcar en locales gastronómicos. Por otro lado, cuesta también imaginar que alguien que gusta ponerle azúcar al café deje de hacerlo porque no la ve o tiene que pedirla. Pero los azucareros están con los botines de punta, porque esta norma sienta un precedente muy negativo a nivel de imagen y siempre en estos terrenos se puede estar ante el primer ladrillo de un muro.
En Tucumán, que con sus 15 ingenios produce cerca del 70% del azúcar del país, hay mucha tensión. Juan Manzur, el gobernador, señaló que “no tiene ningún criterio ni asidero en cuanto a justificación de ningún tipo”, y anunció, según La Gaceta de Tucumán, que iba a elaborar un documento con los azucareros para enviarles a los legisladores cordobeses.
Por su parte, según el diario La Voz del Interior, el secretario de Salud de la Municipalidad de Córdoba, Gabriel Acevedo, le retrucó a Manzur que se preocupara por la alarmante obesidad infantil de su provincia, y destacó que en las zonas más vulnerables de la ciudad de Córdoba el sobrepeso infantil alcanza al 12,6% de los niños.
No queda claro cómo la prohibición de ofrecer azúcar en bares va a beneficiar a niños de zonas vulnerables. Más allá de esto, los especialistas de la salud suelen coincidir en que las enfermedades no transmisibles, como la obesidad y la diabetes, son multicausales, y que el azúcar en sí no es mala, sino su abuso.
Habrá que ver cómo termina esta contienda.
Excelente nota Alejandra!