A pesar del contexto económico local y la falta de financiamiento, las firmas locales dedicadas al desarrollo de tecnologías para el agro logran diferenciarse del común de las empresas, porque no solo muestran buenos márgenes de rentabilidad sino que también se expanden hacia los mercados internacionales.
Tal es el caso de la empresa de inoculantes biológicos Rizobacter, de capitales nacionales y que tiene su base de operaciones en la ciudad bonaerense de Pegamino, que cerró el 2019 con una participación de mercado de más del 60% en Alemania y del 30% en Francia con sus productos orientados a la inoculación de soja. Solo en el continente Europeo la compañía tiene 28 registros de productos aprobados y otros 10 en trámite.
Según detalla Alejandro Lehmann, Regional Manager Europe de Rizobacter, la totalidad de los productos que hoy se comercializan en este continente son desarrollados en su planta de Pergamino, desde la formulación, hasta el packaging. El objetivo es que en el corto plazo el 30% de sus ingresos provengan de las exportaciones. Además de Alemania y Francia la empresa está exportando actualmente a Italia, Hungría, Belgica, Ucrania, Rusia, Turquia, Austria y Holanda y en todos estos destinos apunta a convertirse en líder en su segmento.
La clave de este exponencial crecimiento viene de la mano de las regulaciones impuestas por la UE en el uso de agroquímicos para la producción agrícola. De esta manera Rizobacter gana terreno con los biológicos. Para este 2020 prevé vender 1.7 millón de dosis en este mercado.
Otra empresa que está apostando fuerte al mercado internacional es Santa Rosa Semillas, oriunda de la provincia de Santa Fe y que se destaca en el negocio del germoplasma. De la mano de sus variedades de semillas de soja tiene hoy una participación de mercado del 10% en Sudáfrica. Dicho de otro modo, algo así como que 1 millón de hectáreas sudafricanas están sembradas con germoplasma argentino.
Lo cierto es que la compañía argentina, integrada por 19 cooperativas, 2 empresas no cooperativas y accionistas particulares, opera en el mercado internacional también proveyendo de germoplasma a los productores uruguayos, paraguayos, brasileños y bolivianos, y ahora también quieren sumar a los Estados Unidos además de expandirse en África.
Al respecto, el vicepresidente de la empresa, Felipe Berruhet, explicó: “Cada mercado en el que estamos tiene sus particularidades, pero en cada uno de ellos estamos viendo muy buenas oportunidades de negocios gracias a la tecnología que estamos llevando. Hoy Santa Rosa Semillas es uno de los tres productores de semillas oleaginosas más importantes de la Argentina y de la mano de la I+D (Investigación y Desarrollo), sin dudas, estamos ante la posibilidad de un despegue en el mercado local y el internacional”.