Diego Maradona, el Papa Francisco… Y Emilio Gimeno cuando se habla de las ciencias veterinarias. Gimeno llegó al cargo máximo a nivel mundial al que puedan aspirar los veterinarios: fue presidente de la Oficina Internacional de Epizootias (OIE), con sede en París, entre 1985 y 1988, y por su labor fue designado Presidente Honorario. Murió en los últimos días y recibió pocos homenajes, pero sentidos.
Por ejemplo,el de la Cámara Argentina de la Industria de Productos Veterinarios (Caprove), que reconoció el aporte de Gimeno a esa especialización profesional. “Quienes formamos parte de Caprove hemos compartido innumerables proyectos con el Dr. Gimeno, así como también nos hemos nutrido de su conocimiento científico en sanidad animal y de su vasta experiencia en la materia a nivel nacional y mundial”, comentó Juan Carlos Aba, vicepresidente de la Cámara (en la foto junto a Gimeno).
Antonio Monteagudo, uno de los periodistas más informados del mundo ganadero, explicó por qué la Argentina debería detenerse a reparar quién dejó de estar entre nosotros el viernes 14 de febrero. “Un científico argentino con singular trayectoria y reconocimiento mundial en el ámbito de la sanidad animal, que fue presidente de la Organización Mundial de Sanidad Animal (nuevo nombre adoptado por la OIE) durante la década de 1990. En 2014 recibió la Medalla de Oro por sus trabajos en Fiebre Aftosa, BSE y Fiebre Aviar; premio que se entrega anualmente a personalidades de relevancia mundial, entre ellos el Dr. Charles Merieux, de Francia y el Dr. Walter Plouwrigth, de Gran Bretaña”.
Antonio también apuntó que en nuestro país Gimeno ejerció la presidencia del SENASA en tres oportunidades. La primera en 1965, durante el gobierno del Dr. Arturo Illia y bajo la gestión del Ing. Agr. Walter Kugler en la Secretaría de Agricultura. Luego, en 1974, en oportunidad del único llamado a concurso para presidir el organismo, aunque rechazó el nombramiento por diferencias con el gobierno, liderado entonces por el Gral. Juan D. Perón. Finalmente, entre 1980 y 1985 condujo el Organismo; cargo que ejerció, durante casi dos años, también en la administración del Dr. Raúl Alfonsín.
Otros hitos que Ontegaudo rescató de la actividad de Gimeno son:
- Durante su paso por el SENASA se redactó el Reglamento de Carnes y Derivados, base fundamental de la Inspección de Alimentos en todo el país. Esta normativa, aún vigente, faculta en forma exclusiva al organismo, para regular el control de alimentos, en toda la cadena de productos de origen animal.
- En la lucha contra la Fiebre Aftosa, Gimeno fue el primero en utilizar las variantes de campo para ser incluidas en las vacunas, con el propósito de lograr mejor inmunidad. En materia de BSE o Vaca Loca, coordinó y colaboró en los relevamientos iniciales realizados en el país, para demostrar la inexistencia de esa enfermedad en los años 90.
- Durante su gestión se construyó el Laboratorio Nacional del SENASA, en la localidad de Martínez, Provincia de Buenos Aires
- Decano de la Facultad de Ciencias Veterinarias del Universidad de La Plata, entre 1972 y 1974, el Dr. Gimeno ejerció la docencia durante 40 años, desde Jefe de Trabajos Prácticos de Enfermedades Infecciosas hasta Profesor Emérito en Salud Pública Veterinaria, en 2005.
Al momento de muerte, Don Emilio era Académico de Número de la Academia Nacional de Agronomía y Veterinaria.