El kiwi proviene del sudeste asiático. La especie se llama Actinidia chinensis y crecía en forma natural en la región sur oriental de China. Allí, durante la dinastía Ming (1200 AC), el fruto silvestre era consumido fresco o conservado, pero no tuvo difusión fuera de China recién hasta mediados del siglo XX en Nueva Zelandia, que lo adaptó a su región, lo rebautizó (le puso kiwi, como una de sus especies animales características) y luego lo difundió hacia el mundo. Los primeros cultivos fueron hechos en Auckland, hacia 1920.
Un siglo después de aquella experiencia, el productor Ricardo Nejamkin sueña con convertir a Mar del Plata en una nueva potencia mundial productora de kiwis. Integrante de la Cámara de Productores de Kiwi de esa ciudad balneraria, que integran unos 30 emprendimientos, Nejamkin asegura a Bichos de Campo que ellos ya cuentan con una historia propia para contar, que se remonta unos 40 años atrás, con las primeras plantaciones.
“Tenemos como 40 años produciendo kiwi en Mar del Plata, que es la única zona con potencial real en el país y una de las mejores del mundo”, enfatiza Ricardo. Y añade: “Los compradores internacionales se sorprenden por la calidad de obtenemos”. La mayor parte de las plantaciones, unas 300 hectáreas en total, se ubica cerca de Sierra de los Padres, sobre la ruta 226.
Mirá la entrevista completa con Ricardo Nejamkin, productor de kiwis:
La siguiente pregunta para Ricardo es obvia: ¿Por qué Mar del Plata debería ser considerada una zona ideal para este cultivo venido de regiones subtropicales?
Nos respondió: “El kiwi es originario de china y efectivamente crece en zonas subtropicales, pero se impuso en el mundo a través de la gestión de Nueva Zelandia, que selecciona algunas variedades hace 70 u 80 años. Y lo hace en el Paralelo 38 Sur, sobre la costa del mar. Nosotros en Mar del Plata estamos en la misma latitud y tenemos las mismas condiciones. Pero además hay buen agua y buenos suelos. Estamos muy bien preparados para competir”.
Ver Informe del INTA: Cómo aumentar la producción de kiwi de primera calidad
Por ahora, la producción de kiwi argentino se orienta básicamente a cubrir la demanda interna, aunque haya algunas exportaciones puntuales. “La oferta local está en 30 o 35% de la demanda global de la Argentina, pero viene creciendo. Hay plantaciones nuevas entrando en producción y si las condiciones macroeconómicas ayudan, porque son esenciales para inversiones de tan alto capital inicial y altos periodos de espera, prontamente seremos francos exportadores”, se ilusiona Najamkin.
“La calidad la tenemos y no hay competencia internacional, pues las zonas que tienen potencial son muy poquitas”, enfatiza.
Se le nota a la legua que es un apasionado de esta fruta y, como él lo sabe, trata de apoyar bien los pies sobre la tierra. “Cuando hablo de calidad, hablo de parámetros medibles. No es corazón ni amor por la fruta. Obtenemos niveles de materia seca y de grados Brix a cosecha que son de los más altos del mundo”, sostiene el productor.
-¿Y entonces, si las condiciones son tan buenas, por qué no se ha producido todavía una explosión del kiwi en esa región?
-Tiene su explicación. Una es cultural: La zona productiva por excelencia debería ser Mar del Plata, pero el productor agropecuario de Mar del Plata no tiene una cultura frutícola. Este es un problema que se revierte rápidamente con éxitos. Cuando el productor observa casos exitosos, empieza a adoptar el cultivo. Esto ya está pasando. lo vemos con orgullo quienes empezamos hace tiempo.
Pero también conspira, y mucho, la falta d estabilidad económica que se vive en la Argentina. Ricardo dice que no es nada sencillo en este país “invertir 40 mil dolares por hectárea en una unidad productiva que razonablemente no debiera ser de menos de 10 hectáreas. Disponer de 400 mil dolares para empezar una actividad que tiene 5 años de retorno no es para cualquiera”, se lamentó.
-¿Qué le pedirías a las autoridades para que se concrete esa región productiva?
-El kiwi tiene una fortaleza enorme y cuando la difusión sea más amplia va a aumentar la producción. El kiwi no tiene problema de seguridad productiva, ni de precio. Por eso lo único que hace falta es que lo conozcan. Si lo conocen, van a encontrar que este sector le puede dar grandes soluciones a problemas básicos que el país tiene.