“El nivel de hectáreas dedicadas al arroz en Santa Fe viene cayendo año a año. El título que salió del encuentro en el último plenario de la Came (Cámara Argentina de la Mediana Empresa) es que estamos en los menores niveles de los últimos 25 años”, relató Pablo Bode, representante de la Asociación Santafesina de Productores de Arroz (Aspa). Esa provincia es la tercera productora a nivel país. El primer lugar lo ostenta Corrientes, seguida de Entre Ríos.
“El arroz es una economía regional que exporta cerca del 85% de su producción. Imagínense el motor generador de divisas que es el arroz. No somos grandes consumidores de divisas. Al contrario, somos grandes aportantes a la balanza comercial. El mercado interno siempre estará garantizado por la gran capacidad de producción, pero si seguimos con esta tendencia de reducción de hectáreas de arroz quizás tengamos problemas de desabastecimiento”, advirtió Bode en diálogo con Bichos de Campo.
Escuchá la entrevista completa realizada a Pablo Bode:
Según el productor, “en Santa Fe la campaña arrocera está calculada en 30.000 hectáreas, lo que comparado con el año anterior da cuenta de una reducción de 2.000 hectáreas. Año a año venimos perdiendo de 2.000 a 5.000 hectáreas”, advirtió. De todos modos, aclaró que esta tendencia no es la misma que se da a nivel país.
“En Santa Fe, las hectáreas que sembraban pequeños productores hoy están en manos de productores más grandes, lo que provoca una concentración de la actividad. Y lo mismo pasa en Corrientes. Los chiquitos dejaron de sembrar y pasaron a prestarle servicios a los grandes actores”, se lamentó.
El representante de Aspa, declaró que “por los problemas macroeconómicos que tenemos, terminamos pidiendo financiación a las arroceras grandes y les entregamos el poder de decisión de precios a ellos. Eso hace que la rentabilidad sea cada vez más chica y se desaliente la producción”.
Pero el clima también condiciona a los arroceros. Bode destacó que “todo el Litoral viene atravesando sequías e intensas lluvias, lo que provoca que no se hagan los trabajos a tiempo y eso luego se ve en los rindes. Hoy una hectárea de arroz en campo propio en Santa Fe cuesta 1.000 dólares”.
En la ecuación de inversión de un productor arrocero, no hay que olvidar los costos de energía eléctrica. “Estamos pagando una luz 10 veces más cara que hace 4 años atrás. Y eso disminuye rentabilidad y presiona al productor, haciendo que tenga que achicar sus costos, y busque otras alternativas. Por eso la producción arrocera necesita que se la declare como una actividad electro intensiva”.
De acuerdo a Bode, el agravante de hacer arroz en Santa Fe, es que “las tierras que se dedican a arroz, no tienen otro destino alternativo que la producción ganadera. No es como en Entre Ríos donde se puede sembrar otro cultivo si no se siembra arroz”.