Por Matías Longoni.-
¿Cuándo comenzó el conflicto entre los gobierno de Néstor y Cristina Kirchner y el sector agropecuario? Los memoriosos dirán que fue en marzo de 2008, cuando se implantaron las retenciones móviles. Pero no, fue antes… Entonces aparecerá otra fecha crítica, marzo de 2006, cuando el ex presidente decidió cerrar las exportaciones de carne. Y no… fue todavía unos meses antes.
En enero de 2006 Kirchner anunciaba con toda pompa la firma de un acuerdo para controlar los precios de la carne vacuna. El pacto parecía cerrado y se iba a presentar en la Casa Rosada con todas las entidades de la cadena de ganados y carnes. Pero el diablo metió la cola, y la Sociedad Rural Argentina (SRA) y Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) decidieron tachar su nombre del acuerdo que ya habían firmado. Kirchner estalló de furia por el agravio. La situación no volvería a ser calma de ahí en adelante.
Sin ánimo de igualar ambas situaciones, es imposible no trazar un paralelo entre aquella “tachadura” y la que hoy protagonizó la Federación Agraria Argentina (FAA), que a último momento decidió quitar su firma de un acuerdo de competitividad entre el Gobierno de Mauricio Macri, las cuatro entidades de la producción y la Unión de Trabajadores Rurales (Uatre). El texto del acuerdo fue adelantado por Bichos de Campo en este link.
La decisión de la FAA, que implica una ruptura de difícil retorno entre esa entidad presidida por Omar Príncipe y la administración macrista, fue anunciada mediante un comunicado desde Rosario. La decisión tomó por sorpresa a muchos dirigentes de esa entidad que ni siquiera tuvieron la chance de discutir la posición adoptada por Príncipe y sus dos vicepresidentes. Alguno recordó que el dirigente ya había mostrado su frágil relación con el resto de la Mesa de Enlace cuando en 2014 se tomó una foto con la mismísima Cristina Kirchner.
Pero en definitiva, el comunicado de FAA existe y en el se explicitan diferencias de forma y de fondo con la propuesta del Gobierno, que fue negociada en el marco de la Comisión Nacional de Trabajo Agraria (CNTA) por el ministro de Trabajo, Jorge Triaca.
“Tras un profundo análisis de los hechos y las alternativas, entendemos y lamentamos que nuestra institución no encuentra las condiciones esperadas para la firma de un acuerdo. Los motivos son de forma y de fondo. Entendemos que los acuerdos representativos y legítimos se alcanzan a partir de instancias de diálogo plurales lo cual implica tiempo y vocación para escucharnos. Esta vocación siempre ha existido entre las partes y es uno de los cambios que destacamos como muy positivos. Hasta el momento, el diálogo se había dado en el seno de la CNTA y particularmente en torno al tratamiento de los silos bolsa. El segundo acuerdo que circuló, dado a conocer ayer a nuestra institución, excede ampliamente las opiniones y propuestas volcadas en aquel ámbito, no es resultado de otro ámbito de diálogo en el que hayamos participado y tampoco se nos dio oportunidad de sugerir modificaciones”,, explicaron los dirigentes de FAA.
En rigor, el acuerdo que se proponía hoy para la foto con Macri no abundaba en definiciones, como consecuencia de cortocircuitos ocurridos entre las entidades rurales y la Uatre en torno a la utilización de bolsas de trabajo del gremio a la hora de contratar servicios para la confección de silo bolsas.
De esto también informó Bichos de Campo.
FAA se quejó de no haber consensuado el texto a firmar y señala que “el acuerdo que nos remitieron describe un diagnóstico parcial de la realidad –y que por tanto no nos contempla- y no recoge nuestras propuestas institucionales”.
“Lamentamos que para algunos sectores de la economía y del gobierno, la finalidad de incrementar la productividad justifique la utilización de esos medios tanto en las formas como en el fondo. Hemos repetido, explicado y fundamentado acabadamente que si solo se prioriza el incremento de la productividad en el sector, ésta no garantiza el acceso de los pequeños productores y sus familias a más y mejores oportunidades, ni el agregado de valor en origen (generador de mano de obra) ni el desarrollo territorial sustentable. De hecho, los millones de toneladas de materias primas se han incrementado y el número de pequeños productores ha decrecido, concentrándose tanto la producción como las tierras en menos manos. Se ha producido más por hectárea y se expandió la superficie cultivada, la torta se ha agrandado como nunca en la historia pero queda en evidencia que el mayor esfuerzo se le sigue pidiendo a los sectores más debilitados del campo, de la sociedad y de la economía”.
De nuevo, queda claro en los párrafos precedentes, una Federación que eligió correr por izquierda al Gobierno de Macri. Las críticas siguieron por el lado de la importación de alimentos