El ex secretario de Agricultura y economista del INTA, Gabriel Delgado, es uno de los expertos agropecuarios peronistas que participaron de la confección del primer documento agropecuario que surgió de los equipos técnicos de Alberto Fernández, el gran ganador de las elecciones primarias. Su visión es que, cualquiera sea el resultado de este proceso electoral, el sector agroindustrial deberá cumplir un rol destacado para encarrilar la economía argentina de los próximos años. Delgado desalentó, por lo tanto, cualquier escenario que implique un regreso a la confrontación.
Delgado, que participó días atrás del encuentro político organizado por Coninagro con los diversos candidatos a la presidencia (curiosamente el único que faltó a esa cita fue Fernández, quien se reunió con la Mesa de Enlace horas más tarde), comenzó esta charla con Bichos de Campo diciendo que desde que él nació, en febrero de 1975, la Argentina pasó por 16 periodos recesivos de los cueles 15 se desencadenaron por la falta de dólares, como sucede ahora. Por eso de estas crisis suele salir el país con una devaluación que trae consigo un crecimiento de la pobreza.
Pero en este caso, según Delgado, las cosas son más complicadas, porque el país ya no puede tomar más deuda externa, ni tiene “joyas de la abuela” para vender, y tampoco puede emitir moneda, porque eso es lo que prometió al FMI. “Es como que se acabó la droga. Ahora hay que exportar, bienes o servicios, pero hay que exportar”, destacó.
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En este mandato de la época, según Delgado, entra el agro, porque tampoco la escasez de dólares se va a solucionar con proyectos que todavía parecen una panacea, como el yacimiento de Vaca Muerta. “Los mismos informes del gobierno advierten que un aporte de 12.000 millones de dólares de Vaca Muerta recién vendría para 2030”, dijo el especialista.
“El camino es el de las exportaciones, y dentro de ese camio el sector tiene mucho para aportar”, expresó.
Definido que el agro (o la bioindustria, como le gusta llamarla a Delgado) será el puntal de este proceso exportador para generar divisas, el experto del INTA analizó los requisitos indispensables para que pueda realmente concretarse esta opción.
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“El tipo de cambio real quedó en niveles muy competitivos para exportar, pero hay que ver que pasa con la inflación”, analizó por un lado. La otra condición será establecer reglas previsibles para los actores económicos, en especial de las economías regionales y la ganadería, que tienen inversiones muy cuantiosas y plazos muy largos comparados con la agricultura extensiva.
“Es muy importante el tema de las reglas claras y es muy importante ver al sector como a un aliado”, enfatizó Delgado.
El especialista recomendó a productores y funcionarios establecer una nueva relación tomando como base lo que puede aportar el agro para el desarrollo del país y no solo para su propio crecimiento. “Son granitos de arena que todos tenemos que poner. Yo creo que el sector agropecuario y bioindustrial es un sector valiosísimo, pero hay que entenderlo”.
Para Delgado, es inconcebible una nueva pelea entre el gobierno y este sector, o entre la economía y la política. De todos modos, advirtió que “muchas veces parte de la dirigencia política y empresaria utilizó las pelea como mecanismo para la militancia. Pero no es lo que necesita la Argentina”.
Delgado se despidió afirmando que cuando él nació, en 1975, había en el país solo un 5% de pobreza, contra el 35% que exhibe hoy la estadística oficial. “Por eso se tiene que dejar de lado cualquier diferencia de militancia política y pensar lo que necesita la Argentina”, reclamó. Pidió sobre todo “pensar en qué país dejamos a nuestros hijos”.