La ganadería se embarcará en el 2026 con algunos cambios claros. Uno de los más importantes tiene que ver con las campañas de vacunación antiaftósica, donde se excluirá la seguda dosis a la categoría menores. En línea con esa nueva estrategia, el Servicio de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) definió un nuevo cronograma oficial. Prometió el organismo que así los ganaderos se ahorrarán 14 millones de dosis valuadas en 22 millones de dólares.
Tal y como fue anunciado en septiembre pasado, dejará de ser obligatoria la vacunación para las categorías bovinas de vaquillonas, novillos y novillitos a partir de la segunda campaña, entendiendo que la inoculación garantiza “una duración de inmunidad de 6 meses en animales primovacunados y de año en animales revacunados”.
Según dio cuenta el organismo sanitario, y de acuerdo a lo pactado con las comisiones provinciales de Sanidad Animal y asociaciones rurales, los días 2 y 9 de marzo comenzarán a vacunar las provincias de Chaco, Formosa, Misiones, Corrientes, Entre Ríos, Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, Catamarca, Jujuy, Santiago del Estero, Mendoza, San Juan, La Pampa y San Luis.
En el caso particular de Jujuy, Catamarca y Tucumán, el primer ciclo de vacunación iniciará entre el 5 y el 19 de enero. Por el contrario, Salta y la Rioja iniciará el 6 de abril.
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Durante esa primera campaña, todos los predios ganaderos deberán vacunar a la totalidad de las categorías bovinas y bubalinas. En el caso de los feedlots, en cambio, los mismos podrán optar -con previo aviso al Senasa local- por una vacunación estratégica al ingreso de los animales, o bien continuar con la inoculación sistemática, quedando exceptuados de vacunar en el primer ciclo.
La segunda campaña anual, por su parte, estará dirigida únicamente a las categorías terneros y terneras con una dosis de refuerzo, dejando de inocular vaquillonas, novillos, novillitos y toritos. La misma se desarrollará entre junio y julio, a excepción de las provincias de Jujuy, Salta, Catamarca y la Rioja que se extenderán hasta agosto.
En paralelo, desde Senasa indicaron que también se realizará la campaña de vacunación contra la brucelosis bovina en terneras de 3 a 8 meses en todo el territorio nacional, con excepción de la provincia de Tierra del Fuego, reconocida como libre de la enfermedad.
Este cambio de estrategia fue ampliamente celebrado por el gobierno, que aseguró que le implicaría al sector productivo un ahorro cercano a 14 millones de dosis y de aproximadamente 22 millones de dólares. Vale aclarar que con el viejo esquema se aplicaban cerca de 80 millones de dosis anuales. La mayor parte de ese costo sanitario se mantendrá inalterable.
Ese dinero ahorrado, además, deberá ser redirigido a otro gasto obligatorio, ya que a partir del 1° de enero de 2026 entrará en vigencia el nuevo sistema de trazabilidad ganadera, en el que será obligatoria la identificación individual de bovinos, búfalos y caballos.
Ese es otro de los cambios que la ganadería deberá enfrentar en el próximo período, que responde a la decisión oficial –aprobada por el entonces titular de Senasa, Pablo Cortese- de identificar individualmente todo el stock bovino a partir del destete de terneros de 2026.
Si bien la medida iba a entrar en vigencia este año, la misma tuvo que ser aplazada luego de una licitación fallida a fines de 2024 para comprar 23,5 millones de caravanas electrónicas. Dado que el gobierno no se hará cargo de ese gasto, serán los productores los que deberán cargar con el costo del operativo.
