Con el adelanto que dio el propio ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, durante esta mañana, el agro será testigo del quinto cambio en el esquema de derechos de exportación (DEX) que se implementará en este 2025. Tras la rebaja parcial en enero, la suba de junio, la baja permanente de julio y la eliminación temporal de septiembre, ahora el gobierno anunció que, una vez más, las alícuotas de los principales granos y subproductos se verán modificadas.
Cuando la medida se oficialice en el Boletín Oficial, la soja pasará a tributar del 26 al 24%, sus subproductos -como harina, aceite y pellets- de 24,5 al 22,5%, el trigo y la cebada del 9,5 al 7,5%, el maíz y sorgo del 9,5 al 8,5% y el girasol del 5,5 al 4,5%.
Se trata de una disminución tributaria de carácter permanente que invita ya a encender la calculadora y ver de qué modo impactará en el bolsillo del productor, considerando que, como cada rebaja en los derechos de exportación, las firmas que anoten Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior (DJVE) pagarán entre el 1 y el 2% menos de impuestos al Estado.
Quien ya hizo su primer análisis fue el periodista y analista del mercado de granos Carlos Etchepare, que adelantó que, como toda rebaja impositiva en el sector, la medida mejora la Capacidad Teórica de Pago (CTP) de los exportadores y la industria, pero pone entre signos de pregunta cuánto de ello llegará efectivamente al productor.
La CTP indica cuál es el precio máximo que puede pagarse por un producto sin perder dinero ni resignar ganancias. Ese margen, claro está, es mayor es cuanto más elevado es el precio FOB -la cotización internacional- de los granos, cuanto más bajos son los DEX y los costos fijos, y cuanto más caro es el tipo de cambio.
Como se trata de un conjunto de variables, y no sólo depende de los impuestos a la exportación, la reciente decisión de la cartera de Economía no significa per sé, y de forma directa, un impacto concreto en el bolsillo del productor. Sobre todo, si se tiene en cuenta los precios internos con los que ha operado el mercado los últimos días.
En los cuadros siguientes el efecto del impacto de la nueva baja en los derechos de exportación sobre la CTP (Capacidad Teórica de Pago) de los compradores. El calculo se realiza sobre los precios FOB del viernes, en principio, con la baja del mercado internacional de ayer, esos… pic.twitter.com/iB8yeUKgYv
— CARLOS ETCHEPARE (@carlosetchepare) December 9, 2025
“La mejora en la CTP sería del orden de los 15 dólares en soja, 2 en maíz y 4 en trigo”, estima Etchepare, que igualmente advierte que muy probablemente en los dos primeros casos eso no se traslade a los precios internos, pues las cotizaciones de las últimas semanas estaban “por encima de la CTP”, como si ya operara de facto la baja de retenciones.
Tomando como base los precios FOB del pasado viernes -que eran mayores a los actuales, por la caída registrada ayer-, el analista calcula que, en el caso de la soja industria, la paridad teórica pasa de 334,5 a 351 dólares. Para el poroto, el salto es ligeramente menor: de 302,7 a 311,2 dólares
En cuanto al trigo, la diferencia es de 4 dólares por tonelada y la capacidad de pago pasa de 175,1 a 179,3 dólares. La menor variación se observa en el maíz, en el que la paridad sólo se incrementa de 181,5 a 183,6 dólares. Esa particularidad, entre otros factores, responde fundamentalmente a que la rebaja tributaria sólo fue del 1% en este último caso.
Según explicaron desde la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), el complejo soja tributará la alícuota más baja de los últimos 19 años ya que, si bien lo hizo al 0% en septiembre, la medida sólo fue efectiva durante 24 horas. Esta vez, es permanente, al menos hasta que alguien dicte lo contrario.
Si bien se espera que, en lo inmediato, los 15 dólares de la soja y los 2 dólares del maíz no se trasladen de inmediato al mercado local, Etchepare explicó que habrá que mirar atentamente al nuevo informe que difunda el Departamento de Agricultura estadounidense (USDA) sobre el estado de la oferta y la demanda de los principales granos en Chicago.
Eso es lo que determina el impacto que habrá en los precios internacionales y, por consiguiente, en la capacidad de pago en nuestro mercado local.




