Hace un año Brasil puso en marcha una iniciativa para intentar demostrar casos de dumping por parte de Argentina y Uruguay, ligados a las exportaciones de leche en polvo.
El planteo era intrincado, pero tuvo en agosto pasado una primera definición, en la que se decidió la no aplicación de aranceles compensatorios. Pero el proceso continuó y debía ahora comenzar a tener un cierre que no se dio. Por eso ahora revive una polémica con otros condimentos.
Para entender un posible impacto de esta investigación en Brasil sobre la cadena láctea argentina hay que mirar al principal destino nacional en cuanto a lácteos. Nuestro vecino más importante compró en octubre pasado 143 mil toneladas, por casi 596 millones de dólares, que es el doble de lo que demandó Argelia. Ese volumen duplica además las compras que hace Chile, como para completar el podio del comercio exterior.
Para los envíos argentinos de lácteos, el período de enero a octubre de 2025 marca un alza significativa tanto en volumen como en valor, con 19% y 14% en litros equivalentes, respectivamente. Esto se tradujo en un total de 1.353 millones de dólares y 2.471 millones de litros de leche.
A su vez octubre es el mes récord desde diciembre de 2013, con el récord de 47.778 toneladas vendidas. En la comparación interanual, el pasado octubre creció 29% en litros equivalentes y 26% en valor, mientras que la producción en los últimos diez meses trepó 10,7%, con 1.162 millones de litros solo el mes pasado.
Es el crecimiento lo que pone a la exportación como clave para la estabilidad del sector productivo, frente a un consumo interno muy económico y que continúa restringido.

Aunque el conflicto comercial con Brasil parecía resuelto, las dudas nunca desaparecieron, porque incluso se manejó la alternativa de limitar el uso de la leche en polvo, ya en destino brasileño, para la preparación de otros productos, aunque el planteo original de dumping se ataba a la posibilidad de porcionar en paquetes de 400 gramos los envíos de leche entera en polvo a partir de bolsas de 25 kilos.
Pero la Secretaría de Comercio Exterior brasileña entendía que, en ese escenario, podía haber superposición de productos, pero que el daño material a la industria láctea brasileña no justificaba la aplicación de las alícuotas compensatorias.
El lobby del sector lechero brasileño es muy fuerte y había presionado intensamente para que se aplicaran los aranceles antidumpling, argumentando que la leche argentina se vendía por debajo de los costos reales de los productores locales, lo cual desestabilizaba sus precios internos.
En el proceso de investigación había primado la gestión de la diplomacia comercial, en lo que fue un período excesivamente largo de análisis, generando mucha incertidumbre. Sin embargo se pudo sostener el destino sin soportar sanciones, lo que permitió alivianar las necesidades de la cadena argentina, en un contexto en el que la exportación es la única alternativa de sostenimiento en términos de valores aceptables para la materia prima.

En el inicio de esta semana se realizó una reunión entre exportadores y autoridades vinculadas la Cancillería y el Ministerio de Economía, porque se rumoreaba que algún nuevo movimiento podía haber de parte de Brasil. Y así fue.
Este martes, luego de un encuentro motivado por los diputados de los estados más lecheros de Brasil, es que el Ministerio de Desarrollo, Industria, Comercio y Servicios reactivó formalmente el expediente de investigación antidumping sobre las importaciones de leche en polvo de las empresas Mastellone Hnos., Noal SA, Gloria Argentina SA; y L3N SA (Adecoagro). El trámite también incluye, en el caso de Uruguay, a Conaprole, Estancias del Lago SRL; y Alimentos Fray Bentos.
Así se retoma la posibilidad de imponer aranceles o tarifas provisorias a corto plazo, a modo de generar una barrera comercial a la leche en polvo importada.

El diputado por el estado de Minas Gerais, Domingos Sávio, actual precandidato a senador nacional, es uno de los promotores de la medida que beneficiaría a los productores primarios de su país pero perjudicará a los consumidores, por la falta o encarecimiento de un producto para abastecer a una demanda brasileña que sigue en alza y exige productos de calidad.
En una acción de campaña electoral, como referente de la oposición al gobierno actual de Lula, Sávio manifestó que “la leche en polvo de Argentina y Uruguay está inundando nuestro mercado a precios viles, y esto es un ataque directo a la renta y la dignidad de miles de familias que viven del campo en Brasil”.
Agregó que “no podemos permitir que el futuro de nuestra producción láctea se destruya por prácticas de dumping. Exijo, en nombre de los productores de Minas Gerais y de todo Brasil, que el Ministerio de Desarrollo aplique de inmediato los aranceles provisorios. ¡Nuestra leche se defiende aquí!”.
Aunque es cuestionado por algunos por sus gestiones anteriores en espacios cooperativos de la localidad de Divinópolis, las expresiones de Sávio demuestran la ebullición política que se vive hoy en Brasilia, sobre todo frente a un hecho que estaba terminado, pero que no obedece a las necesidades de la industria de ese país, en cuanto a calidad y continuidad de provisión.
Las acciones desde Argentina y Uruguay también se retomaron, con respuestas claras sobre lo ya determinado, argumentando que no hay pruebas contundentes que vayan en línea con el dumping denunciado y ofreciendo todas las opciones posibles para la resolución definitiva, según el cierre de la investigación publicado el 11 de agosto pasado en el Diario Oficial de la Unión, equivalente al Boletín Oficial en nuestro país.





