Para hacerse de la genética de un toro no es imprescindible comprar el animal. Actualmente, gracias a la inseminación artificial, basta con comprar el semen del toro que cada ganadero necesita para mejorar la genética de su rodeo a campo. De todos modos, por ahora solo el 10% de las vacas madres o vaquillonas (unos 23 millones de cabezas) son inseminadas en el país. El mercado mueve actualmente unos 2 millones y medio de dosis en pajuelas.
Los encargados de seleccionar los mejores reproductores para extraer su semen para vendérselo a los productores son los Centros de Inseminación. Son ellos los compradores de muchos Grandes Campeones a las cabañas de criadores. Los centros poseen la tecnología para fraccionar cada dosis y dejarla lista para hacer la inseminación de las vacas en la manga de cualquier campo.
Joaquín Álvarez, gerente de carne de Alta Ciale, uno de los principales jugadores en este rubro, cuenta que de cada salto -eyaculación- del toro pueden extraerse unas 300 dosis en promedio. Es variable, hay toros que producen más de 1.000 y otros 200 o menos.
Aquí la entrevista completa con Joaquín Álvarez:
El valor de cada pajuela depende mucho de la producción y los antecedentes de cada toro. Aquellos que ofrecen buena cantidad de semen y son requeridos, tienen valores ‘normales’ de mercado, comenta Álvarez. Estos valores pueden rondar los 230 pesos la dosis.