En poco más de un mes será obligatorio identificar a los animales pertenecientes a un rodeo bovino o equino mediante dispositivos electrónicos, a diferencia del actual sistema, que permite optar por el tradicional de identificación con caravanas de plástico, o uno más sofisticado que necesita de dispositivos electrónicos.
A partir del 1° de enero de 2026 será obligatoria la identificación individual de bovinos, búfalos y caballos, en tanto que para los productores de ovinos, caprinos, camélidos y porcinos seguirá siendo voluntaria.
Mediante la resolución 530/2025, el Senasa decidió que el costo de esa obligatoriedad cargará sobre las empresas rurales, a diferencia de la idea inicial, que estipulaba que el Estado Nacional se haría cargo de los costos. “Los productores deben adquirir los dispositivos oficiales de identificación individual electrónica animal a través de los Proveedores de Dispositivos Oficiales de Identificación Animal debidamente inscriptos conforme la normativa vigente, y de su red de distribución”.
Luego, los mismos productores deberán hacerse cargo de la colocación de los dispositivos “de acuerdo con las exigencias técnicas de la normativa oficial en vigencia para cada especie animal”.
Ante esto, la entidad Bases Federadas, que reúne a varios productores en disidencia con la conducción de Federación Agraria, entre ellos el experto ganadero Carlos Baravalle, lanzó hoy una campaña nacional para intenrar que los directivos de Senasa modifiquen la reglamentación y el sistema pase a ser opcional.
“Decidimos en el día de hoy realizar esta campaña con el fin que los directivos de SENASA modiquen la normativa que imponen la obligatoriedad de la mismas, puesto que consideremos que no existe la eficiencia que se proclama, que los costos no son equitativos y que no esta claro la veracidad de las exigencias de los mercados del exterior”, aseguraron desde la entidad.
Como parte de un coro en disidencia, el ganadero y experto en sistemas informáticos Carlos Baravalle, lanzó una campaña para evitar la obligatoriedad del sistema, a la vez que ratificó que seguirá usando las caravanas tradicionales, las que se colocan en las orejas de los animales, en franca rebeldía con argumentos. Para ello dispuso un formulario para que completen aquellos productores que no están de acuerdo con la medida.
“Por estos días con el nombre de la “trazabilidad y de la eficiencia” se impone la obligatoriedad de la caravana electrónica y el costo de las mismas recae solamente al productor de cría. Es bochornoso que además de agregar más complejidad a nuestro trabajo lo realicen mintiendo descaradamente”, comenzó diciendo en un comunicado el ganadero cordobés.
A su vez expresó: “La agilidad de la recolección de datos mediante la lectura de la caravana electrónica no afecta en lo más mínimo en el índice de preñez, ni en el de destete, es una falacia, es tal el desconocimiento de cómo funciona la ganadería de cría que desnuda que poco saben de la materia los que toman decisiones imponiendo normativas con altos costos y mínimos resultados”, dijo Baravalle en respuesta a los argumentos oficiales que respaldan la decisión del nuevo sistema.
Además, el cordobés experto agregó: “En Argentina hay productores que superamos el 95% de preñez sin utilizar la caravana electrónica, los burócratas en lugar de investigar dichos proyectos productivos y generar un verdadero “Plan Ganadero” optan por la más fácil, seguir vendiendo espejitos de colores en el nombre de la “eficiencia”, y la única eficiencia real son los Buenos Negocios que hacen con la nuestra”.
También Baravalle apuntó contra los dirigentes gremiales del campo, a quienes acusó de cómplices: “Es claro y obvio que es en complicidad con dirigentes o que dicen serlo, pero que no tienen vacas de cría y tal vez no trabajen el campo y como para despuntar el vicio y ganarse unos pesos se arroguen una representatividad que no la tienen”.
“En Uruguay se implementó la caravana electrónica, en el 2004 con un plan piloto voluntario, que al trascurrir los años se hizo obligatoria la identificación, pero el índice de destete en Uruguay fue del 62-65% durante 15 años consecutivos a dicha implementación, con lo cual, muestra a las claras que no hay impacto alguno en los índices de preñez y de destete”, recordó el ganadero.
Ratificando su decisión de continuar usando las caravanas comunes, Baravalle subrayó: “Basta de mentiras, trabajemos de verdad por la eficiencia en la ganadería de cría. Que la caravana electrónica sea optativa es lo mejor que podría ocurrir, quienes tengan la necesidad de agilizar la lectura de caravana por el motivo que sea que la compren y gocen del beneficio. Mientras tanto, a los productores que trabajamos en pos de un crecimiento verdadero que tengan la gentileza de no interrumpir nuestro objetivo de lograr un ternero por vaca al año. Por tal motivo, continuaré con las caravanas comunes”.





