Los precios del ganado en Argentina tuvieron fuertes subas este año, mientras que la demanda de hacienda sigue firme en el cierre del 2025, y esto incluye a los novillos para exportación.
El precio de esos novillos -ya sea que tengan como destino la cuota Hilton o la 481 de feeedlot- promedia los 7.500 pesos por kilo de carne en gancho.
Ese valor traducido al “dólar carne” da 5,40 por kilo producido, el valor más alto del año y sin dudas uno de los más altos de la historia reciente.
Para llegar a ese precio hay que tomar el dólar comprador mayorista del Banco Nación, que se usa para liquidar exportaciones, y restarle el 5% de retenciones que quedan en las arcas fiscales. En definitiva el dólar para este rubro es 1.369 pesos.
En este contexto, el precio que pagan los frigoríficos argentinos -así como los exportadores sin planta- por el novillo es el más alto del cono sur.
Según datos de la Asociación de Productores Exportadores (APEA), en Uruguay el novillo vale 5,15 dólares por kilo gancho, en Paraguay 4,13, y en Brasil 3,75 dólares.
La industria frigorífica local paga el novillo 5% más caro que la uruguaya, 31% más que la paraguaya y 44% más que la brasileña.
Esto tiene que ver un poco con el valor del dólar, que llegó a superar los 1.500 pesos, pero sobre todo con el faltante de mercadería. En Argentina no hay novillos suficientes y por eso las empresas pagan precios que “no los convalida ningún negocio y menos ahora que la Hilton bajó 10%”, según indicó Sebastián Castillo, del grupo de productores exportadores Abuelo Julio.
La tonelada de cortes de alto valor que se exportan a Europa como Cuota Hilton tiene todavía muy buenos precios: se cobran 17.000 dólares la tonelada, aunque cayeron respecto de los máximos de meses atrás, cuando llegaron a valer 19.000/19.500 dólares.
A eso se suma que China estuvo frenado a la espera de la definición de la salvaguardia que luego se postergó para fines de enero. Más allá de la postergación siguen los controles en los puertos que demoran el ingreso de carne y encarecen los costos comerciales.
La exportación de carne este año tuvo un mal arranque y luego mejoró márgenes de la mano de la suba de precios en diferentes mercados. Pero los protagonistas advierten que en el cierre del año la situación se les volvió a complicar.
Esta situación está llevando a que los frigoríficos cada vez más se conviertan en “invernadores”, es decir que pasen a ocupar un lugar primordial como recriadores y engordadores de hacienda para bajar costos comerciales y sobre todo para ir generando su propia oferta de ganado y así depender menos de los productores.
En los engordes a corral que dan el servicio a terceros el 55% del ganado es de exportadores, y con tendencia al incremento según los datos de la Cámara de Feedlot, mientras que el otro 45% es de matarifes o frigoríficos de consumo y con tendencia a la caída en la tenencia de hacienda.




