Don Mario volvió a abrir las tranqueras de su campo experimental en Chacabuco con una nueva edición de Don Mario Más, enfocada esta vez en trigo. También se hace en ese campo lo propio para ver cultivos de verano, previo a la cosecha.
La jornada permitió ver a campo el porfolio actual y también el lanzamiento de tres nuevas variedades que estarán disponibles para la próxima campaña. Pero el mensaje central apuntó a las perspectivas del cultivo y al rol de Sembrá Evolución, el sistema que la industria creó para impulsar inversiones, biotecnología y competitividad en semillas autógamas.
Patricio Munilla, gerente de marca de Don Mario, explicó que el objetivo de estas jornadas es sostener el vínculo directo con quienes siembran. Dijo que “las jornadas a campo tienen esa cercanía que nos muestra como marca para estar cerca de los productores” y que permiten “escucharlos a ellos en primera persona y que nos cuenten sus experiencias”. Según él, ese ida y vuelta fue clave para que la empresa lograra un crecimiento notable en trigo: “En los últimos dos años se convirtió en la marca líder en lo que es el cultivo de trigo”.
Munilla insistió en que el intercambio real con los productores es lo que ordena el trabajo interno: “Vemos ese acercamiento con los productores y con nuestra red de multiplicadores muy positivo en estos últimos años”. Y agregó que uno de los principales motores de ese proceso es Sembrá Evolución, que busca ordenar un mercado donde el país todavía no accede a todas las herramientas disponibles en el mundo.
“Argentina hoy no tiene todas las herramientas que el mundo está ofreciendo en materia de semillas autógamas”, afirmó. “Lo que quiso hacer la industria con Sembrá Evolución es armar un marco de negocio sustentable y sostenible para que la industria siga invirtiendo y pueda traer a Argentina todo eso que nos estamos perdiendo”.
El sistema lleva cuatro años en soja, con 3,8 millones de hectáreas declaradas la campaña pasada y una expectativa de superar los cinco millones este año. En trigo tiene menos recorrido, pero Munilla dijo que la curva será similar: “Con dos primeros años con pocas variedades y poco volumen, pero definitivamente el porfolio y los próximos lanzamientos son superadores a lo que hoy tiene el productor”. Aclaró que todas las nuevas variedades se comercializarán dentro del sistema.
También respondió sobre el impacto de una posible apertura de puertas a más competencia. Su posición fue firme: “Para nada nos da miedo. Nos entusiasma. La competencia es sana porque a veces aprendés y a veces te motiva”. Y cerró con una definición directa del horizonte que buscan: “Definitivamente abrazamos la competencia como algo que necesita Argentina y el productor para tener cada vez más alternativas”.
Jerónimo Costanzi, gerente de Desarrollo de Productos Autógamas, presentó las tres novedades de la marca para la próxima campaña. Contó que trabajan con “el programa más grande a nivel de investigación y desarrollo en Sudamérica” y que el enfoque es liderar el mercado argentino y brasileño de trigo.
Las nuevas variedades son: Don Mario Araucari. Variedad de ciclo largo, “de altísimo potencial de rendimientos y excelente perfil sanitario”. Está pensada para “las fechas de siembra de mayo” en las regiones que abren temprano el cultivo.
Don Mario Casuarina, que es una variedad de ciclo intermedio, también “de altísimo potencial de rendimientos y una excelente sanidad”. Costanzi explicó que viene a reemplazar dos materiales muy difundidos: “Viene a ocupar el mercado actual de Catalpa y de Pehuén, aportando la estabilidad de Pehuén y mayor potencial de rendimiento que Catalpa, y mejorando a su vez el perfil sanitario”.
La tercera es Don Mario Tipa, variedad de ciclo corto, pensada para las siembras de cierre. “Posicionada para mediados o fines de junio y también julio”, detalló, con la idea de maximizar rendimiento y adelantar cosecha en planteos de doble cultivo.

Costanzi señaló que la empresa ya trabaja en materiales para ambientes no tradicionales o marginales: “Sin duda tenemos foco en ocupar todos los mercados de trigo”. Para secano buscan “variedades con una marcada estabilidad”, mientras que bajo riego apuntan a rendimientos “por encima de los 90 quintales”, con plantas de buen comportamiento agronómico para evitar vuelco.
El desarrollo incluye una batería de ensayos para acompañar cada lanzamiento: “Llevamos adelante ensayos de fecha de siembra, de densidad, de nutrición y de protección del cultivo”. El objetivo, dijo, es seleccionar la variedad correcta y sumar “las recomendaciones de manejo que se adecuen a cada ambiente y permitan capturar el máximo potencial productivo”.




