La maquinaria agrícola argentina volvió a ilusionarse de sueños y acero rumbo a Hannover. En estos momentos se está desarrollando la feria Agritechnica, que abrió otra vez las puertas del gigantesco predio ferial de la Baja Sajonia para convertirse, por una semana, en el centro mundial de la innovación agropecuaria. Allí, donde se dan cita los mayores fabricantes del planeta, Argentina desembarcará con una delegación récord.
Agritechnica, organizada por la Sociedad Agrícola Alemana (DLG) es la meca de la tecnología agrícola. En sus pabellones se despliegan más de 2.700 expositores de más de 50 países, y pasan casi medio millón de visitantes en cada edición.
Desde su traslado a Hannover en 1995, se convirtió en el muestrario global de las tendencias que marcarán el futuro de la producción, como tractores cada vez más inteligentes, sembradoras autónomas, maquinaria electrificada, sensores, software, inteligencia artificial y soluciones que buscan producir más con menos.
En ese escenario, la participación argentina toma una dimensión particular. Este año, el país llega con una misión que rompe récords: 33 empresas nacionales, entre las instaladas en el Pabellón Argentino y las que participan de manera independiente, exhibirán su tecnología ante el mundo.

El dato no es menor, ya que sin estar en el podio de los países con mayor producción metalúrgica donde es claramente superado por China, Estados Unidos, Italia y Alemania, los fierros argentinos gozan de fama mundial por la innovación. La invención de la siembra directa y las maquinarias que desarrolló argentina para esa forma de producir, llevaron a las sembradoras que se fabrican principalmente en el sur de Santa Fe a configurar un polo estratégico.
La innovación argentina siempre es bien recibida, con antecedentes de los grandes en el rubro de la maquinaria agrícola: Partes de pulverizadores de fibra de carbono, sembradoras neumáticas, partes mecánicas, desarrollo de software para los equipos, son solo algunos de los desarrollos que le dimos al mundo, y que ya adoptaron los grandes gigantes de esta industria.
Entre las firmas que viajan figuran nombres históricos y también nuevos actores. Desde los talleres de Las Parejas y Marcos Juárez hasta las plantas de San Francisco y Bell Ville, cada empresa carga con una porción de esa historia industrial que acompaña al agro argentino. Abelardo Cuffia, Apache, Mainero, Bertini, Cestari, Ascanelli, Piersanti, Ombú, Richiger, Agropartes, Ingersoll, Balanzas Hook, Martínez y Staneck o BK Components son solo algunas de las que integran el Pabellón Argentino, mientras que Agrometal, Super Walter, Franco Fabril, Rossmet, Plastar y Grupo Crucianelli lo hacen con stand propio. Además, representantes argentinos de las grandes multis como Claas, Agco o John Deere están acá, explicando y brindando soporte.

Para muchas de las argentinas, será su primera vez en Hannover. “Participar por primera vez en Agritechnica es la posibilidad de llevar la innovación y el desarrollo argentino al evento más relevante del agro a nivel mundial. Queremos generar vínculos, mostrar el trabajo, la pasión y la capacidad de nuestro equipo”, explicaron desde Ascanelli antes de viajar.
Desde Ingersoll, otro debutante, reconocen que llegar a la feria “representa un hito crucial y un paso lógico en nuestra estrategia de crecimiento global. Queremos mostrar que el sello ‘Hecho en Argentina’ es sinónimo de calidad, innovación y confiabilidad”.
Para otras, el regreso también tiene peso simbólico. Balanzas Hook vuelve después de más de una década de ausencia, con una meta clara: “Participar en esta feria nos permite exhibir toda nuestra línea de soluciones y demostrar que desde Argentina desarrollamos productos de nivel mundial”. Esa mezcla de entusiasmo y orgullo atraviesa toda la delegación.
La organización nacional está a cargo de la Agencia Argentina de Inversiones y Comercio Internacional (AAICI) y de Expoagro. La presencia nacional creció incluso en superficie, ya que el stand argentino ocupa 448 metros cuadrados, frente a los 310 de la edición anterior, un salto que refleja la ambición de ganar visibilidad en el mayor mercado internacional de maquinaria.
La apuesta no es menor. Agritechnica funciona como una vidriera donde se definen tendencias y se abren mercados. Allí se prueban tecnologías, se firman contratos, se establecen alianzas y se mide la competitividad real de cada país frente al resto. Para la industria argentina, significa demostrar que su ingeniería y su capacidad de adaptación pueden competir al más alto nivel.
La DLG, organizadora del evento desde 1985, nació en 1885 bajo la inspiración del ingeniero Max Eyth con el propósito de acercar ciencia y práctica agrícola. Hoy, su feria estrella es mucho más que una exposición, siendo un laboratorio de ideas y negocios. Cada dos años, las innovaciones premiadas en Hannover marcan el pulso de la industria, y los pabellones nacionales compiten no solo por ventas sino también por prestigio.
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En ese tablero, la presencia argentina de 2025 busca algo más que hacer ruido. Quiere consolidar una imagen industrial moderna y exportadora. El Pabellón Argentino se propone funcionar como una vitrina colectiva donde cada empresa es parte de una historia común, la de un país que apuesta a fabricar conocimiento y tecnología para el campo.
Con 33 empresas y una estrategia coordinada, Argentina vuelve a decir presente en el corazón de la tecnología agrícola mundial, dispuesta a demostrar que el campo no solo produce granos, sino también innovación.




