El gobierno nacional está haciendo su desembarco en el oeste bonaerense, a la zona inundada que desde hace meses pide ayuda y no se la dan. Las que llegarán mañana a 9 de Julio a escuchar a los productores pertenecen a la misma gestión que frenó durante casi dos años las obras pendientes en la Cuenca del Río Salado teniendo el dinero a disposición y que no reaccionó a pesar de los continuos pedidos de ayuda.
“Más vale tarde que nunca”, dicen ahora los dirigentes rurales, que se disponen a recibir mañana a la ministra de Seguridad y senadora electa (por la ciudad de Buenos Aires) Patricia Bullrich en la sociedad rural de 9 de Julio.

Ahora bien, si se cumplen las promesas que anticiparon desde Nación la apuesta sería desagotar la gran cantidad de agua que afecta a varios partidos del oeste bonaerense. Pero esa agua iría a otras zonas que ahora está afectadas pero menos, entre ellas Bragado.
Es lo que teme el productor de esa localidad Carlos Gutiérrez, quien expresó su profundo temor por las futuras obras, y cómo estas podrían empeorar la situación en su distrito.
Gutiérrez detalló que Bragado cuenta con aproximadamente 220.000 hectáreas, de las cuales más de 50.000 ya han sido afectadas por la acumulación de agua, con unas 10.000 a 15.000 en condiciones de inaccesibilidad total.
Esto imposibilita la llegada de insumos y maquinaria agrícola. Frente a esto, expresó que hacer trabajos en la infraestructura como la ampliación de canales o la realización de otras obras pueden ser incluso perjudiciales para el resto de la superficie.
“Tomar obras de fondo en esta situación, en este momento, es imposible; y si las hacen, solo agravarán más rápido el problema de nosotros”, afirmó Gutiérrez.
Además señaló que falta de una gestión eficiente del agua por parte de las autoridades, ya que “durante 25 años se ha priorizado canalizaciones grandes sin tener en cuenta la capacidad real de evacuación de Bragado”.
El productor fue claro en su preocupación por las promesas del gobierno de mejorar la situación, advirtiendo que cualquier medida que implique drenar más agua hacia su distrito, sin una planificación adecuada, solo podría empeorar las cosas.
“El remedio puede ser peor que la enfermedad”, lamentó Gutiérrez, quien reiteró que Bragado requiere una gestión ordenada y consciente de sus límites, para evitar que las soluciones a corto plazo agraven la crisis en el largo plazo.






¿ Qué cosa les puede resolver y explicar sobre ésta problemática Bullrich ?
Es como si para aprender a jugar al ajedréz, concurrís a una veterinaria.