Las Asociaciones de Citricultores de las ciudades entrerrianas de Chajarí, Concordia, Villa del Rosario y Federación pidieron “medidas urgentes” para aliviar la situación de quiebra de los productores y reclamaron al Poder Ejecutivo nacional una rápida reglamentación de la Ley de Emergencia Citrícola, que alivia al sector de las cargas patronales.
Los productores de naranjas y mandarinas de esa región recostada sobre el río Uruguay, en el norte entrerriano, emitieron un comunicado titulado “la citricultura entrerriana en el camino de la desaparición”. Es muy breve el texto. Dice que la “grave crisis que atraviesa la citricultura” en Entre Ríos provocará “caos en cada localidad que depende de esa economía”.
No son buenos escribas los productores de Entre Ríos, pero su angustia queda clara: “Frente a la grave crisis que atraviesa la citricultura de la Provincia, dejando en breve a miles de familias, no solo de productores sino de trabajadores, con el consiguiente caos social en cada localidad, que depende de esa economía, fuera del sistema productivo, pese a que se publicó una Ley de Emergencia, que al menos era un paliativo, para detener la situación, hasta que la economía de un giro, y se vuelva a la producción y no a la especulación, pero a la fecha no ha sido reglamentada, por lo tanto imposible llevarla a la práctica, nos vemos en la necesidad de expresar que es URGENTE que se tomen medidas”.
Ver Ariel Panozzo Galmarello: “En los últimos 12 años perdimos más de 15.000 hectáreas de cítricos”
Eso dice el comunicado, que advierte sobre posibles medidas de protesta. “Los productores en efervescencia, no quieren salir a reclamar y perjudicar a la ciudadanía, ¿pero hay otra manera de ser escuchados?”
Más tarde, en declaraciones a Radio La Católica de Villa del Rosario, el presidente de la Federación entrerriana, Ariel Panozzo Galmarello, avisó que en principio “vamos a salir con notas muy duras dirigidas a los gobiernos nacional y provincial”. Pero, de no obtener respuesta, indicó: Seremos muy duros en las medidas a tomar para que nos escuchen”.
Uno de los reproches del dirigente citrícola es que en esta época electoral solo hubo un dirigente político que se preocupó de saber qué sucedía en el sector. Fue el senador electo Rubén Dal Molin, quien asumirá en diciembre una banca por el Departamento Federación.
Panozzo Galmarello, en su anticipo de protestas, avisó que “no solamente la culpa la tiene el gobierno nacional. también vamos a protestar contra el gobierno provincial. A nivel provincial los impuestos a nosotros nos afecta muy mal, (Gustavo) Bordet prometió algo y pretendemos que cumpla, pero ahora no nos da audiencia, por lo que también vamos a ir a manifestarnos y protestar contra el gobierno provincial como parte de las medidas que los productores vamos a realizar
El presidente de la FeCiER recordó que cuando él hizo público el cierre de 60 galpones de empaque, lo criticaron fuertemente desde diferentes sectores. Pero pasó un año de aquel cruce y “la realidad actual supera la cifra citada dándole la razón al dirigente”, indicó una crónica periodistica local.
Al frío que la política aplica a la crisis frutícola, se sumaron las heladas. Las bajas temperaturas de la semana pasada, que llegaron en algunos casos a los 5 grados bajo cero, provocó serios daños a las mandarinas de variedad W. Murcott, Murcott, Encoré y además afectó a diversas variedades de naranjas de verano.
Matías Larocca, ingeniero agrónomo de Concordia, señaló al respecto que “las altas temperaturas que tuvimos anteriormente, donde la planta estaba en plena actividad, hizo que el daño fuera mayor”.