Tras el anuncio oficial de la baja temporal a cero de las retenciones para los granos, que se extenderá hasta el próximo 31 de octubre, los productores que los usan como insumos en sus actividades se agarraron la cabeza primero, y luego sacaron la calculadora para ver cómo impactará la decisión en las producciones de carne y leche.
En el caso del sector porcino, el consultor Juan Uccelli dijo a Bichos de Campo que, de acuerdo los primeros cálculos, “el costo subirá un poco más de 10%”, porcentaje que quedará más claro “cuando el mercado defina los precios de soja y maíz”.
El analista indicó que la medida le “va a pegar a los productores de distintas formas. A los más grandes el costo de producción les va a quedar empatado con el valor de venta del capón, pero al pequeño y mediano les pega en la línea de flotación. Esto es como el dólar soja de Massa”.
Según explicó, el costo de producción ronda los 1950 pesos, pero se trata de un promedio que es más bajo para los grandes criaderos y más alto para los productores chicos. Teniendo en cuenta que el valor de venta también es de 1950 pesos, a aquellos productores de menor escala la medida les pega duro y los deja con fuertes pérdidas.
“Hay otro problema: no hay margen en el consumo interno, para que aumente el precio del cerdo que se vende prácticamente todo en el mercado local”, alertó Uccelli a continuación.
Otra actividad afectada por la decisión oficial es la lechería. Bichos de Campo contactó al vicepresidente de la Federación Agraria, José Luis Volando, quien es referente allí de esa actividad y maneja un tambo en la localidad cordobesa de James Craik.
“Esto complica mucho, estas decisiones deben tomarse de forma escalonada, no intempestivamente. Por ejemplo, yo en expeller de soja debía 20 millones. Ahora me la quieren cobrar actualizada un tanto por ciento”, contó Volando.
“Nosotros ya veníamos patinando con las tasas de interés y esto nos deja en el suelo. Estamos muy preocupados. A priori, calculamos que el costo de producción va a tener un aumento de entre 10% y 15%”, sostuvo a continuación.
Eso dejaría las cuentas en un rojo intenso para la lechería. “Si ya había pérdidas, esto no hace otra cosa que incrementarlas. Pega muy duro en los tambos más chicos que tienen menos espalda financiera propia”, afirmó Volando, que luego añadió: “El otro problema es que no hay margen en el consumo para la suba de precios, y por lo tanto no se pueden trasladar las subas de costos. Así que el perjuicio es todo para el tambero”.
La decisión oficial también impacta en el engorde a corral, donde el maíz y el expeller de soja representan dos de los principales insumos y costos de esa actividad.
Desde la Cámara de Feedlot comunicaron días atrás que por cada animal que iba a la faena se perdían 25.000 pesos de promedio. Con los incrementos que habría ahora en los granos, las pérdidas serán mayores.
Los feedloteros no se animaron a arriesgar precisiones sobre la suba del costo de la alimentación, pero estimaron que sería de por lo menos 10%, ya que el maíz tiene un peso mucho mayor que la soja en la dieta.
La suba del valor de la alimentación complicará el encierre de hacienda y reducirá el poder de pago de los terneros de invernada. En definitiva, la medida afectará al criador, ya que habría menos demanda por sus terneros, y más adelante al consumo interno, porque habrá menos carne en las góndolas.
Todo friamente calculado. Mamita!!!