De todas las asociaciones de caballos en Argentina, la de Criadores Caballos Criollos es, por lejos, la más numerosa. “Tenemos casi 900 socios activos, pero lo más interesante es la cantidad de gente que, aun no siendo socia de la entidad, está vinculada al caballo criollo y participa de las pruebas y de las exposiciones de la asociación. Con esa gente, triplicamos la cantidad”, dijo a Bichos de Campo Gustavo Aguerre, Presidente de la Asociación Criadores Caballos Criollos (ACCC).
Al presentarnos a la raza equina que lo apasiona, Aguerre recordó un pasaje de un escrito matero sobre “La marcha del caballo criollo”, el cual reza: “caballo de peón, caballo de soldado”. Luego explicó que “esto era así porque, además de hacerlo trabajar en el campo, lo llevaban a los ejércitos”.
Los equinos no son originarios de América, llegaron con los conquistadores. Pero como sucedió con los bovinos, hubo un largo proceso de adaptación de unos 400 años en los cuales los caballos se esparcieron por todo América,. En ese proceso nacieron los criollos. que tienen las características típicas de rusticidad, longevidad y capacidad de comer el poco pasto disponible durante las sequías. “Por eso fue el caballo del ejército de los Andes”, los elogíó el criador.
“El criollo es el caballo que hizo nuestra historia y sigue siendo el caballo por excelencia. En las zonas marginales, las tropas montadas aún lo utilizan, además de mulas. El escuadrón Riobamba de regimiento de granaderos a caballo está montado 100% con caballos criollos de pedigrí.”, describió el productor.
Mirá el reportaje completo a Gustavo Aguerre:
El objetivo de la asociación, según Aguerre, es “difundir y fomentar la cría del caballo criollo, el cual en 2017 fue nombrado por el Congreso como ‘Caballo nacional y patrimonio cultural de la Argentina’.
El presidente de Asociación remarcó que, en materia de negocios posibles con esos caballos, “cerca del 90% de estos equinos va directo al mercado interno. Ese es nuestro fuerte en la asociación, en donde, además organizamos pruebas funcionales y deportivas, y a ellas se acerca gente que sólo puede hacerlas con caballos de pedigrí”.
“Por otro lado, desde hace 15 años que hacemos ventas en cuotas, con lo cual es más fácil poder comprar animales de pedigrí. Es indudable que aumentaron los precios, pero al vender en cuotas sin interés, se hace un poco más accesible entrar a la raza”, explicó.
En ese contexto, el criador criticó la reciente derogación del artículo 2 de la ley 17.117 de Fomento Equino, que eliminó una histórica exención impositiva en la primera venta de ejemplares equinos, los que se producen desde el criador al mercado.
Aguerre expresó que esa decisión de Cambiemos “nos complicó mucho, sobre todo el sistema de ventas en cuotas que promovíamos desde la asociación, porque en la primera cuota a cobrarles, debemos sumarles ahora el 21% de IVA. Hay cabañas que asumen el costo de depositar el IVA de entrada en la primera cuota, y lo financian, pero en todo caso, encareció el acceso del público a un caballo criollo”.
“Ninguna de nuestras competencias es por dinero, sino que es por el abrazo, la felicitación y por el honor. Por eso esperamos dar marcha atrás con esta medida que no benefició a la industria equina y menos a las razas que se manejan con el mercado interno”, se ilusionó.