La historia de Bolsaplast en absoluto está vinculada a la hidroponia. Con una historia de más de 50 años, que recorre tres generaciones, esta empresa familiar misionera en realidad siempre se dedicó a la producción de envases de polietileno para varios rubros.
“Somos un solucionador de problemas”. Así describe Federico Gartner el proyecto iniciado por su abuelo, que hoy dirige junto a su hermana. Y lo cierto es que la forma en que ingresaron a este nuevo mercado de nicho, con su particular forma de producir sin suelo, le da la razón.
“Al principio le dije ´Leonardo, esto es un quilombo, ¿cuánta gente lo puede necesitar?´”, recuerda Federico cuando uno de sus amigos, que producía en la zona de Leandro N. Alem, allá en Misiones, le pidió que empezara a producir bolsas específicas para vender la lechuga hidropónica.
El empresario sólo tuvo que hacer algunas averiguaciones para percatarse que tenía ante sí una oportunidad de negocio, y que su amigo estaba en lo cierto: No había en el mercado oferta de bolsas cónicas de producción nacional, ideales para almacenar y transportar este tipo de verdura que sale con raíces y tiene que llamar la atención en las góndolas.
“En el negocio del packaging sabemos que muchas cosas entran por los ojos”, explicó. Y fue así como se convenció: Compró la maquinaria necesaria, perfeccionó la técnica y salió al mercado. Pasó un año y medio desde aquella decisión, y hoy, afirma, está “más convencido que antes” de que fue una muy buena idea.
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Detrás de una buena inversión hay también un mercado en expansión. Y es lo que pasa con la hidroponia, al cual hoy se vuelcan desde los pequeños emprendedores que buscan un ingreso extra hasta los grandes productores que reconvierten sus chacras o apuestan de lleno a esta técnica.
Ese crecimiento también se ve a nivel producto. Al día de hoy, no hay sólo lechugas y verduras de hoja, sino hasta tomates y sandías hidropónicos, por lo que permite pensar en que, paulatinamente, se sumen nuevos envases además de las tradicionales bolsas cónicas.
También está la chance de sumar alternativas y variantes a lo que ya existe. De hecho, Federico destaca que hay una buena comunidad en el sector, y que generalmente son los mismos productores los que se le acercan a pedirle cambios específicos en los diseños acorde a sus prioridades.
“Lo bueno es que la gente viene con la idea y podés entender cuál es la necesidad que tiene y tratar de encontrar la solución”, señaló.
Mirá la entrevista completa con Federico Gartner:
De por sí, la hidroponia es una técnica que se destaca por el ahorro del agua y por permitir a los suelos recomponerse. Por el lado de la distribución, sin embargo, Federico descarta que se implemente el uso de bolsas biodegradables, no sólo porque son más costosas sino porque también requieren un mayor esfuerzo logístico.
“Tenés que ser muy bueno en el manejo del producto, en el manejo de stock y en los tiempos”, explicó, dado que ellos ya producen este tipo de envases para otros clientes. En cambio, lo que sí ve factible es que, paulatinamente, se avance hacia el mayor uso de materiales reciclables, y que las bolsas hidropónicas sigan esa tendencia.