En julio la liquidación de divisas de las exportaciones agropecuarias fue muy alta debido a la finalización de la rebaja temporal de retenciones que terminó el 30 de junio y que impulsó -como pretendía Economía- las ventas de los productores y los negocios de las traders.
Los exportadores de granos informaron que en julio liquidaron 4.102 millones de dólares lo que fue 57% mayor a igual mes del 2024 y 10% superior a junio. En el año el acumulado sumó y fue 43% más a enero – junio del año pasado.
El escenario para los meses que vienen es mucho menos holgado a pesar de que todavía quedan cerca de 20 millones de tonelada de soja con precio a fijar en poder de los productores o de la cadena comercial, además de otras 14 millones de toneladas de maíz, según indicó Gustavo Idígoras, presidente del Centro de Exportadores de Cereales y de la Cámara de la Industria Aceitera (Ciara-CEC). A eso hay que agregar el aporte que hará el trigo en el verano próximo.
A esas 20 millones de toneladas de soja hay que agregar cerca de 5 millones más que tienen precio fijado, pero una parte de las divisas y retenciones correspondiente a ese volumen ya fueron anticipadas.
Gustavo Idígoras cree que en los meses que vienen habrá mejores condiciones para el comercio agrícola, no sólo por la baja de retenciones ahora de forma permanente sino porque también cambiaron las condiciones para liquidar divisas.
Al respecto el directivo agroexportador indicó: “Durante la vigencia del decreto 38 que estableció la rebaja temporal se tenía a obligatoriedad de hacer el registro de las declaraciones juradas de lo comprado o del contrato cerrado anticipando 90% de las retenciones y el 95% de las divisas, aunque aun no se hubiera exportado”.
Ahora, en cambio, “con el nuevo decreto volvemos a tener libertad para declarar las exportaciones al momento de que cada empresa tenga un negocio efectivo, pagar los derechos de exportación cuando eso suceda y se eliminó la necesidad de anticipar el 95% de las divisas”.
Esto le saca presión a los exportadores respecto de financiar (con adelantos de retenciones y divisas) al sector fiscal. Se supone que ese esfuerzo financiero representaba un costo, que seguramente el sector descargaba finalmente -como casi siempre- en los precios a los productores.
En este nuevo escenario, y con relación al ritmo que tendrá en adelante el negocio, Idígoras evaluó: “Si bien agosto y septiembre son meses débiles en términos de venta de granos y de exportación, hay una buena señal en el mercado que es la rebaja de forma permanente de las retenciones y cuyos efectos se verán desde esta semana”.
Según el presidente de Ciara-CEC, “el mercado local está influenciado por tres variables, una es el precio internacional, el otro son las retenciones y el tercero es el tipo de cambios. El gobierno nos dijo que tenía que ver con la incertidumbre que se genera antes de las elecciones. Lo que el sector necesita es que haya estabilidad cambiaria para que fluyan las ventas de productores y las exportaciones, sino el mercado se frena”.
Luego agregó: “Cuando el mercado cambiario se estabilice, probablemente empecemos a ver un flujo nuevamente. Nunca va a ser como el que hubo en junio porque salimos del pico de cosecha pero sí veremos cierta recuperación”.