El presidente del Servicio Nacional de Sanidad Agroalimentaria (Senasa), Pablo Cortese, presentó su renuncia al cargo que ostentaba.
La noticia llega en un contexto enrarecido en el organismo estatal, luego de un desgaste de la figura del ahora expresidente, que estuvo involucrado en una disputa interna dentro del organismo y el gobierno, además de una denuncia judicial en su contra.
Bajo su presidencia se desató “la guerra de los laboratorios”, en la que se flexibilizó la importación de productos sanitarios para mejorar la competencia y abaratar los costos a los productores, en detrimento de una industria nacional de vacunas.
Sin dudas esta guerra terminó de desgastar a Cortese, que en el último tiempo había manifestado señales de cansancio, y de no estar soportando las presiones políticas internas del organismo, de acuerdo a fuentes del sector.
En el marco de esta disputa, Cortese (junto al secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca Sergio Iraeta) recibieron en estas semanas una Carta Documento y una intimación de parte de Biogénesis Bagó, laboratorio socio de Caprove, Cámara Argentina de la Industria de Productos Veterinarios, en la cual se lo exhorta a dar información por la importación de vacunas contra la aftosa, que aparentemente se habría realizado por fuera de los marcos legales.
Hace pocos días Pablo Cortese se refirió a esta intimación que la industria local (encabezada por el laboratorio Biogénesis Bagó) le realizó a ese organismo días atrás, donde cuestionaba el ingreso de un lote de vacunas contra la fiebre aftosa hecho por su competidora Tecnovax en diciembre pasado, en medio del clima de preocupación que rige sobre el mundo de los laboratorios veterinarios, que desde hace semanas muestran un estado de alerta ante la flexibilización de las normas que permiten el ingreso de medicamentos y vacunas de países considerados equivalentes
El documento en cuestión, fechado el pasado 7 de julio y firmado por Luis Mario Genovesi, el apoderado de Biogénesis Bagó, le solicitó al organismo sanitario que brinde detalles sobre el ingreso al país de un cargamento sospechoso, que de acuerdo con ese laboratorio se trató de un lote de vacunas que su competidor, Tecnovax, importó sin los controles correspondientes.
Además, desde Caprove señalaron que lo que se está desarrollando no es una flexibilización, sino una “facilitación a la importación”, en la que se favorece a empresarios puntuales en detrimento del resto de la industria, y que este cambio en las reglas del juego “tendrá consecuencias directas sobre un sector que emplea más de 8.000 personas de forma directa y genera exportaciones por más de 108 millones de dólares al año”.
Consultado por Bichos de Campo en torno a este asunto, Cortese dijo: “La carta es totalmente improcedente porque hace a cosas que no pasaron. Se les va a responder, porque la carta documento hay que responderla, pero eso nunca ingresó al país”.
Al respecto, el titular de Senasa dijo: “Con Caprove estamos teniendo reuniones para acordar cuestiones que podamos subsanar, si a ellos les molestan. Pero hay cuestiones que son técnicas”.
Durante muchos años, el Senasa fue la autoridad encargada de asegurar que los productos veterinarios que ingresaban y se comercializaban en el país cumplieran con rigurosas normas de control sanitario. Esa responsabilidad continúa ahora. Sin embargo, en los últimos meses, una serie de resoluciones impulsadas sin demasiada consulta al sector privado modificaron esas reglas de juego y encendieron las alarmas dentro de la industria veterinaria local.
Con el respaldo del ministro Federico Sturzenegger, la Resolución 338/2025, firmada el pasado 17 de mayo, autorizó la importación de productos veterinarios -incluyendo vacunas, medicamentos y kits de diagnóstico- que ya cuenten con registro en países considerados “equivalentes”, sin necesidad de atravesar el habitual proceso de evaluación y registro exigido a nivel local. Esta disposición se sumó a la Resolución 333/2025, aprobada apenas dos días antes, y a la Resolución 11/2025, publicada en enero, que había marcado el inicio de un proceso gradual de desregulación del sistema.
Recientemente hubo un nuevo capítulo de esta guerra, protagonizado en este caso por el presidente Javier Milei y el ministro de Desregulación Sturzenegger. Durante la Expo Rural de Palermo, el presidente se refirió a este tema, y se jactó de “abrir el mercado de la vacuna de la fiebre aftosa”, medida que según explicó, tendrá gran impacto en los productores. “En la próxima campaña ya habrá oferta de la misma por la mitad de su valor histórico”, dijo.
Durante su paso por la Exposición Rural de Palermo, y entre medio de la lista de “victorias” que le adjudicó al gobierno, Federico Sturzenegger aprovechó para meterse en la puja que existe desde hace tiempo entre laboratorios veterinarios.
“Un tema insólito para mí es el de la vacuna de aftosa. Tenemos un laboratorio que la vende a 1,20 dólar, cuando en Paraguay la vende a 35 centavos de dólar. Todos tendríamos que estar escandalizados, se nos están riendo en la cara”, dijo ofuscado el funcionario, que remarcó, a continuación, que eso les genera un costo adicional a los ganaderos de 100 millones de dólares al año.
“Esperamos para la próxima campaña ya tener la vacuna aftosa a mitad de precio. Eso generará un ahorro para el sector ganadero de 100 millones de dólares”, dijo.
En el mismo evento porteño, el presidente de la Sociedad Rural Argentina Nicolás Pino hizo mención al organismo sanitario y su rol: “Es tan importante que hay que reorganizarlo: eliminar la ineptitud, la burocracia obstructiva y la influencia clientelista de origen político y gremial, y dotarlo de un nivel técnico de excelencia. El Senasa debe tener un plan de largo plazo, que incluya la definición y diferenciación de status sanitarios, y un poder de intervención adecuado. En un país exportador, no podemos no tener un Senasa del mejor nivel internacional”, dijo el ruralista.
En particular, sobre la aftosa, Pino vociferó durante el acto de inauguración del evento en el que fue anfitrión: “Queremos alcanzar el status de país libre de aftosa sin vacunación que varios países vecinos han logrado. Pero debemos tomar conciencia de que eso depende de un trabajo conjunto, con la decisión y el compromiso de todos los productores. No sólo necesitaremos el poder de control del SENASA en las fronteras y en todo el país; sino también la responsabilidad de tener a nuestro ganado trazado con eficiencia, para responder ágilmente a cualquier problema que se presente. Sólo así podremos ir dejando por etapas la vacunación, en un proceso que llevará su tiempo, pero que nos posicionará en los mercados de mayor valor del mundo”.
Hay que recordar aquí que Tecnovax comenzó las operaciones para importar vacunas antiaftosa desde Brasil, elaboradas por el Laboratorio Ourofino. De todos modos, ese laboratorio actualmente está sin producir esa vacuna específica, ya que el vecino país dejó de aplicarla obligatoriamente en mayo de 2023, para lograr ser declarado “libre de aftosa sin vacunación” hace dos meses por la OMSA (Organización Mundial de Salud Animal).
Cortese asumió su cargo a la par de la gestión nacional de Javier Milei y del exsecretario de Agricultura, Ganadería y Pesca, Fernando Villela. Durante su presidencia se libró la guerra de los laboratorios de productos veterinarios, lo que llevó a la drástica decisión.
Cortese es ingeniero agrónomo y profesor de grado y post grado en las universidades nacionales de Buenos Aires, La Plata y del Litoral, en el área de protección vegetal y comercio internacional.
Su carrera en el Senasa incluyó ser director de Información Estratégica Fitosanitaria de la Dirección Nacional de Protección Vegetal y director nacional de Operaciones. Estuvo a cargo de la coordinación y dirección de equipos de trabajo en sistematización y análisis de grandes volúmenes de datos operacionales, diseño y puesta en ejecución de sistemas de trazabilidad para apoyo a protocolos de exportación de agroproductos.
Cuando seamos libres de aftosa sin vacunación que va a publicar este portal en decadencia?
Mejjor 1 noqui menos