Parece una ironía: Argentina, una nación agroindustrial que exporta un volumen colosal de alimentos a todos los rincones del mundo, toma deuda en moneda extranjera para financiar un programa alimentario.
Este lunes se conoció que el gobierno argentino tomó un préstamo de 300 millones de dólares con un organismo internacional para financiar un programa destinado a brindar subsidios sociales.
El crédito, otorgado por la Corporación Andina de Fomento (CAF), tiene un plazo de quince años, incluyendo un período de gracia de 36 meses, con una tasa de interés integrada por la tasa SOFR (Secured Overnight Financing Rate) más un 1,90% adicional, lo que actualmente compone un total de 6,18% anual.
Además comprende una “comisión de compromiso” del 0,35% y una 2comisión de financiamiento” (que se abona por única vez) del 0,85%, junto con un desembolso de 25.000 dólares por gastos de evaluación.
El préstamo deberá estar destinado a financiar el “Programa de Apoyo a la Prestación Alimentar”, el cual está destinado a personas que cobran la Asignación Universal por Hijo con hijos de hasta 17 años (en el caso de hijos con discapacidad no existe límite de edad), embarazadas a partir de los tres meses que cobren la Asignación por Embarazo para Protección Social y titulares de una pensión no contributiva para madre de siete hijos
Los montos actuales para personas que perciben la asignación por embarazo o bien para familias con un solo hijo es de 52.250 pesos, mientras que para familias con dos hijos es de 81.936 pesos y para familias con tres o más hijos de 108.062 pesos.
Mediante la Ley 27.519 se prorrogó hasta el 31 de diciembre del año 2022 la Emergencia Alimentaria Nacional dispuesta por el Decreto del Poder Ejecutivo Nacional 108/2002, al tiempo que por la Ley 27.701 se resolvió prorrogar nuevamente este plazo hasta diciembre de 2025.
Si bien el hecho de tomar deuda en dólares para financiar gastos corrientes es contraproducente –dado que la teoría económica indica que el destino de los fondos debería ser una inversión que permita repagar el préstamo en el futuro–, el gobierno de Javier Milei está tomando todos los créditos internacionales que puede con el propósito de incrementar las reservas internacionales del Banco Central (BCRA).
Eso porque la actual política económica –sustentada en el uso del tipo de cambio como ancla inflacionaria– no permite generar divisas de manera genuina en cantidad suficiente para solventar las necesidades de la economía argentina.