CHS no es una marca que resuene en el día a día del agro argentino, pero eso no quiere decir que no esté presente ni que su peso sea menor.
Se trata de la cooperativa agrícola más grande de Estados Unidos y una de las más importantes del mundo. Sus raíces se remontan a 1931, cuando un grupo de cooperativas rurales del norte de ese país se unieron bajo el nombre Farmers Union Central Exchange. A lo largo del siglo XX se consolidó con el nombre Cenex Harvest States, hasta adoptar la marca CHS Inc. en 2003, cuando salió parcialmente a cotizar en bolsa.
A diferencia de las grandes multinacionales del sector, CHS mantiene su identidad cooperativa: pertenece a más de mil cooperativas rurales y a miles de productores agropecuarios individuales de Estados Unidos. Sin embargo, emite acciones que cotizan en el Nasdaq, lo que le permite levantar capital financiero sin ceder el control de la empresa. Es, en ese sentido, una estructura híbrida y singular en el mundo del agronegocio global.
A lo largo de los años, CHS desarrolló una estrategia diversificada que la posiciona como un operador integral del negocio agroalimentario. Desde el comercio global de granos, oleaginosas y subproductos hasta el procesamiento de alimentos y la distribución de energía. Tiene refinerías propias, una de las principales cadenas de estaciones de servicio de Estados Unidos (Cenex), plantas industriales, redes logísticas ferroviarias y portuarias, y una participación estratégica en empresas como Ventura Foods (productora de salsas, aceites y margarinas) y Ardent Mills, el mayor molino harinero de América del Norte.
En el ejercicio 2024, CHS procesó aproximadamente 65 millones de toneladas de granos a nivel global y registró ingresos por 39.261 millones de dólares. Aunque sus ventas bajaron respecto del ejercicio anterior, debido a la caída de los precios internacionales, logró mantener una utilidad neta de 1.089 millones de dólares y una devolución de excedentes a sus socios por más de 1.100 millones de dólares, reafirmando su lógica mutualista y su visión de largo plazo.
Al 31 de agosto de 2024, la compañía declaraba activos por 18.715 millones de dólares, con un fuerte peso en activos tangibles como plantas, maquinaria, redes logísticas y proyectos en desarrollo.
En América Latina, CHS comenzó a ganar presencia real a partir de 2010. En Brasil opera con oficina propia en San Pablo y participa en la comercialización y exportación de granos desde el sur del país, incluyendo alianzas logísticas en los principales puertos del estado de Paraná y Santa Catarina. Además, tuvo participación en Multigrain, una empresa brasileña dedicada a la producción agrícola, logística y almacenamiento, que operó como una plataforma de integración regional junto a Mitsui y PMG Trading. En Sudamérica, durante 2024, los ingresos totales de CHS alcanzaron los 515 millones de dólares, un 36% más que en el año anterior.
Sitio 0 sumó una cinta elevadora para duplicar su velocidad de carga en Puerto Quequén
En Argentina, la compañía también desembarcó en 2010 y lo hizo con fuerza: en su primer año completo exportó más de 500.000 toneladas de sorgo y soja. La firma montó oficinas en Buenos Aires para operar comercialmente y apostó también a desarrollos de infraestructura.
En 2014 adquirió una participación del 30% en Sitio 0 de Quequén, la terminal portuaria ubicada en Necochea, diseñada para operar buques post-panamax. Pocos meses después, vendió una parte de su participación a Noble Argentina, quedando ambas empresas con el 22,75% del capital accionario. Los otros accionistas son E-Grain, Cofco, Alea y Lartirigoyen. La terminal tiene una concesión de 45 años sobre el Puerto Quequén y cuenta con un muelle de embarque y capacidad de almacenamiento de alrededor de 100.000 toneladas.
Finalmente, en el ranking de exportadores de granos y subproductos de 2024, CHS se ubicó en el puesto número 10, con 1,37 millones de toneladas, detrás de otras grandes como ADM, Molinos Agro y ACA, esta última otra cooperativa de cooperativas, pero de Argentina.