Cuando todo va en subida, es fácil sumar aliados. Lo interesante es ver quiénes quedan luego, cuando el bolsillo aprieta. Esa es un poco la discusión que se da al interior de la mesa de enlace, donde las entidades del agro convalidan su apoyo al Gobierno de Javier Milei pero de debaten en qué punto es necesario tensar la soga.
Parte de eso se vio en la Jornada Nacional del Agro, que organizó Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) en pasado martes. En esos encuentros político-gremiales se observa cuán heterogéneas son las necesidades de los productores del país y cuántas agendas hoy quedan solapadas detrás de otras consignas.
“Siempre lo urgente tapa lo importante”, señaló el vicepresidente de CRA, Javier Rotondo, en diálogo con Bichos de Campo. Y es que, si bien el dirigente habló de alivio fiscal, infraestructura y biocombustibles, si hay que hacer un ranking de prioridades le da el podio a las retenciones. A pocas semanas de que se restablezcan a sus niveles iniciales, el histórico reclamo del sector está más vigente que nunca.
Ahora que “los números no cierran”, como dice el mismo Rotondo, se juega realmente quiénes sostienen su apoyo al Gobierno. Y aunque en la mesa de enlace ha convalidado muchas de las políticas que ha implementado desde diciembre del 2023, algunos intentan empezar a marcar la cancha, aunque sea con lápiz y sin hacer tanto revuelo.
En ese sentido, con el traje de representante ruralista puesto, Rotondo afirma que la entidad gremial debe velar por la situación del agro más allá de la cercanía político-ideológica. “Hay que convalidar el rumbo sin ser obsecuentes. No podemos no reclamar porque lo que está en juego es la subsistencia del productor”, afirmó.
Mirá la entrevista completa con Javier Rotondo:
Claro está que, más que un quiebre, hay una búsqueda de tejer consensos. De hecho, la presencia de figuras gubernamentales importantes, como el secretario de Agricultura Sergio Iraeta, o el titular de ARCA Juan Pazo, demuestra que hay diálogo fluido con el entorno de Javier Milei.
Hoy por hoy, en eso urgente que tapa lo importante, todos los reclamos giran en torno a los derechos de exportación. Conscientes de que se incrementarán a partir de julio, desde el sector empiezan a evaluar esquemas escalonados para que finalmente la baja sea definitiva. Un primer paso, por ejemplo, sería hacerlo con el trigo, cuya cosecha comienza en los próximos días.
Pero, en definitiva, no cabe en el imaginario de los dirigentes rurales la posibilidad de que no se avance finalmente sobre el tema. “Confío en que el Gobierno no se va a comprar un problema con un sector que convalida en lo global muchos de los cambios que han hecho”, destacó Rotondo.
Para la entidad con mayor despliegue federal de la mesa de enlace, la situación en las economías regionales también está muy en agenda. En su caso, si bien no cuentan con derechos de exportación, sí están azotadas por la estructura de costos, la concentración en ciertos eslabones de la cadena y la apertura de importaciones.
Muchos no se pueden sentar a negociar precios viables, como pasa con la yerba en misiones o la uva en Mendoza. Otros, están azotados por las importaciones, como la actividad frutícola del Valle rionegrino, o de tomate en Cuyo. Y podríamos seguir enumerando flagelos.
Desde ya que eso pone sobre el tapete el rol de las organizaciones “Como entidad agropecuaria tenemos que entender que parte de los éxitos de gestión se logran con lobby, y tenemos que jugar en ese terreno”, señaló Rotondo, que confía en que, a pesar de la “rigidez” del Gobierno, podrán imponer su agenda.