El gobernador cordobés, Martín Llaryora, dijo presente en la Jornada Nacional del Agro (Jonagro), organizada por Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) en la Bolsa de Cereales de Buenos Aires. En claro tono electoral, recordó al sector que, más allá de los históricos reclamos, como lo son las retenciones, hay toda una agenda ambiental que no puede esperar.
“Me parece central fijar determinadas posiciones que tengan que ver con la agenda política del futuro Congreso”. Con esa frase de apertura, Llaryora le adelantó al colmado auditorio que su visita estaba enfocada en las urnas. Naturalmente, el gobernador siempre le habla al agro de igual a igual, y aprovechó la cita en el bajo porteño, a metros del tradicional estadio Luna Park, para fijar su posición.
Como suele hacer en este tipo de apariciones, habló de la agenda sustentable y los biocombustibles. Nada nuevo en el horizonte, pero cobra importancia en el intento que hacen los gobernadores “aliados” de conservar algún grado de autonomía y fijar sus agendas.
Para Llaryora, lo ambiental es un tema que le permite distanciarse del gobierno de Javier Milei, un acérrimo opositor a las consignas de las Agenda 2030 y el cambio climático. Pero, cuando se trata de temas centrales, pide a sus legisladores que acompañen las iniciativas oficialistas.
Secundado por el Ministro de Bioagroindustria, Sergio Busso, Llaryora pidió “ampliar la agenda” y empezar a discutir más en profundidad lo referido a trazabilidad, cultivos sustentables, normas ambientales y, obviamente, biocombustibles, la “vedette” de muchas de sus intervenciones.
“Hay que entender que en el mundo hay una tendencia hacia la economía circular,la trazabilidad y la producción sustentable. El mundo va a ir para ahí aunque Argentina quiera ir por el costado”, afirmó.
De hecho, recordó que los motores aptos para biocombustibles que utilizan los autos brasileros se fabrican en su provincia, por lo que Argentina no tiene excusas para no incorporarlos. A eso se suma la discusión sobre el corte de etanol, que en nuestro país es del 12%, mientras que Paraguay y Brasil lo llevan a más del doble. Es un tema sobre el que los tucumanos también insisten, ya que son productores de la caña de azúcar para extraer ese alcohol.
“¿No seremos nosotros los que estamos equivocados?”, preguntó de forma retórica al repasar la experiencia de los demás países en la materia.
En ese sentido, el gobernador cordobés hizo eco de lo que también pusieron en agenda sus pares de Entre Ríos, Corrientes y Chubut durante la mañana del martes en ese mismo auditorio. Es que los mandatarios provinciales señalan que, sin desconocer la importancia del equilibrio macro y el superávit fiscal, también se debe avanzar con políticas públicas desde los gobiernos, porque es la única forma de que haya producción eficiente.
Es decir que, en vez de retirarse completamente, insisten en que tiene que haber un Estado que garantice un marco normativo y dirija las nuevas agendas. “Si no tenemos esa directriz que te acompañe, que incentive la inversión, se pierde el tiempo. El tren no espera”, afirmó Llaryora, y lamentó que la postura de Javier Milei pueda complicar la competitividad del agro.
“Un país que niega la agenda 2030 no puede ser un país que lidere la producción de alimentos”, concluyó.