Con el avance de las obras de la mayor mina de potasio de ese país, Brasil apuesta a dejar de depender de las importaciones de ese fertilizante estratégico. Con una inversión prevista de 2.500 millones de dólares y con miras a iniciar las operaciones en 2028, el vecino país apunta a inicialmente a cubrir con ese proyecto el 20% de la demanda nacional, llegando al 40% al final de la segunda fase del proyecto en 2032.
Actualmente Brasil importa más del 96% del potasio utilizado en la agricultura, de países como Canadá, Rusia y Bielorrusia. Se trata de uno de los tres principales nutrientes de uso agrícolas, junto con el nitrógeno y el fósforo.
El “lado B” de la agricultura brasileña que pocos conocen y compromete su competitividad
El plan para autoabastecerse de potasio fue desarrollada en 2008 y recibió las licencias necesarias del Instituto de Protección Ambiental del Estado de Amazonas (Ipaam) en 2024. La mina subterránea está ubicada en Autazes, a 113 kilómetros de Manaus. Tendrá pozos de hasta 800 metros de profundidad y utilizará sólo agua y calor para concentrar potasio con hasta 95% de pureza.
Para Valter Casarin, coordinador general y científico de Nutrientes Para a Vida (NPV), esta obra representa un gran avance para la seguridad alimentaria y la sostenibilidad de la agricultura brasileña. “El potasio es esencial para la productividad y la calidad de los alimentos. Reducir la dependencia externa fortalece al sector agrícola y asegura cosechas más abundantes”, destacó.
Brasil, uno de los mayores exportadores de alimentos del mundo, pero necesita garantizar fuentes seguras de fertilizantes para mantener su competitividad global. Hace unos años, sus empresas estuvieron viendo la posibilidad de explotar minas de potasio en Mendoza, pero ese proyecto todavía no se concretó. Con la nueva mina, el país se podría volver más autosuficiente y menos susceptible a las fluctuaciones del mercado internacional de insumos agrícolas.
Este proyecto se viene prolongando desde hace una década debido a los posibles impactos de la mina de potasio en los territorios indígenas del Pueblo Mura. Sin embargo, desde 2022, el proyecto ganó fuerza política entre las autoridades federales y amazónicas y, más recientemente, obtuvo victorias legales que permitieron obtener las licencias de instalación.
Durante la malograda veintenan K., empresarios brasileños intentaron invertir 600 millones de dólares en Mendoza para desarrollar un complejo minero de extracción de potasio.
Digo intentaron, por que no pudieron, la torpeza intelectual del kirchnerismo lo impidió
Ese proyecto minero iba a generar miles de puestos de trabajo y hasta se preveía la construcción de un ramal ferroviario de Mendoza a Bahía Blanca.