Luego de incumplimiento “serial” de la mezcla obligatoria de biodiésel con gasoil durante el gobierno de Alberto Fernández, la gestión de Milei logró acercar bastante lo que ocurre con lo establecido por la legislación vigente en la Argentina.
El promedio de corte efectivo desde que asumió Javier Milei es del 7,0% versus un 4,7% durante la gestión de Fernández, según cálculos realizados por el sitio Explorarg de la empresa elaboradora de biodiésel Explora S.A.
Es decir: los datos de los primeros diez meses de 2024 –último registro oficial disponible– muestran que se cumplió con el 92% del corte obligatorio del 7,5% a nivel nacional.
En ese período el cumplimiento por parte de la principal compañía petrolera argentina, la estatal YPF, osciló entre el 84% en enero de 2024 y el 100% en los meses de abril y mayo del año pasado.
Mientras que algunas empresas cumplieron –e incluso sobrecumplieron el cupo asignado de biodiésel por parte de la Secretaría de Energía–, otras no pudieron hacer frente al compromiso, como es el caso del grupo Cremer, AOM, BioBahía (grupo Bojanich), El Albardón (Essential Energy Holding), Soy Energy y Diferoil, entre otras.
En los primeros once meses de 2024, según las últimas cifras oficiales disponibles (Indec), Argentina importó gasoil por 1042 millones de dólares, un producto que puede ser reemplazado en un 100% por biodiésel argentino con el consecuente ahorro de divisas que eso generaría.
Para poder lograr autoabastecerse de gasoil resulta indispensable aumentar el corte de biodiésel con ese combustible, algo contemplado en los dos proyectos de biocombustibles presentes en el Congreso y que serán tratados en 2025.
El proyecto de biocombustibles elaborado por la “Liga Bioenergética” contempla un aumento del corte obligatorio de gasoil con biodiésel al 12% para julio de 2025 con incrementos progresivos hasta alcanzar un nivel del 15% en enero de 2027. En tanto, el proyecto oficialista del gobierno de Milei propone pasar del actual 7,5% al 10% para enero de 2027.
Ambas iniciativas coinciden en dar por finalizado el régimen actual de asignación discrecional de cupos para implementar un régimen similar al vigente en Brasil, donde el corte de biodiésel (también de bioetanol) se realiza en base a la a licitaciones en las cuales compiten los diferentes oferentes.
