Hacer un favor de forma desinteresada, o lo que coloquialmente conocemos como “hacer una gauchada”, es el espíritu detrás de la nueva iniciativa de impacto social impulsada por Cervecería y Maltería Quilmes, que apunta a la venta de cebada como alimento, elaborado en forma regenerativa.
A través de la campaña “Hagamos una gauchada entre todos”, la empresa busca invertir el 100% de las ganancias obtenidas por la comercialización de este grano -que puede sumarse como guarnición a la dieta diaria- en proyectos comunitarios que sigan tres pilares: la alimentación, la educación y el emprendedurismo social. Desde su lanzamiento, ya concretó la donación de un millón de platos que fueron distribuidos a través de la Asociación Conciencia, Banco de Alimentos y Cáritas.
“Gauchada es una plataforma de impacto social que está pensada como un negocio social, en donde todo se reinvierte en crear oportunidades. Nuestra compañía siempre tuvo un rol muy importante en el acompañamiento de comunidades en desarrollo y con eso lo que hacemos es reconfirmar nuestro compromiso”, dijo a Bichos de Campo Vanesa Vázquez, Gerente de Impacto Positivo de Cervecería y Maltería Quilmes.
A nivel general, la firma produce cebada de la mano de 1.200 productores que trabajan codo a codo con un equipo compuesto por unos 300 agrónomos, sobre una superficie cercana al millón de hectáreas que están distribuidas principalmente en la provincia de Buenos Aires. De ese total, unos 50 agricultores forman parte de esta iniciativa, cultivando unas 8.000 hectáreas de este grano en forma regenerativa.
“Todos los productores aplican buenas prácticas agronómicas a campo, de los cuales 50 se adentraron en un proceso que favorece la regeneración del suelo y su captura de carbono. Además aplican rotación de cultivos y minimizan el uso de insumos, favoreciendo a la biodiversidad. En este marco es que estamos haciendo una medición de la captura de carbono a través de dos proyectos, uno con Carbon Group y otro con Soil Capital, para obtener esa documentación”, detalló Vázquez.
La gerente destacó además el trabajo en investigación y desarrollo que la empresa realiza hace 12 años, que permitió dar con nuevas variedades de cebada más resistentes y que requieren menor uso de agua durante el proceso industrial que da origen a la cerveza, lo que va en línea con el compromiso asumido hace dos años de disminuir el impacto ambiental y lograr llegar a la carbono neutralidad.
“Apostamos a esta cebada por sus valores nutricionales y excelencia en términos de cantidad de proteínas, aminoácidos y fibras, que contribuyen a nuestro bienestar. Además es muy rendidora, porque cada vaso de cebada sin cocinar se multiplica luego por cinco”, señaló Vázquez.
Respecto a las diferencias entre la cebada destinada a la producción cervecera, y aquella volcada a este proyecto social, la gerente aseguró solo se distinguen por su destino industrial.
“La diferencia está en lo que pasa después de ser cosechada. Una vez cosechada, la cebada ingresa a la maltería para hacer ese proceso de malteado, que es clave para dar con la cerveza. En el caso de Gauchada, en lugar de ir a la maltería se dirige a un desgerminador para sacarle la cáscara y dejar el grano o perlita”, remarcó.
Según dieron cuenta desde la empresa, desde el lanzamiento de esta línea de trabajo con impacto social, Cervecería y Maltería Quilmes llegó a 500.000 personas y a 1.000 organizaciones de la sociedad civil, a través de programas de formación y apoyo a emprendimientos, lo que se suma a la entrega de más de 1.000.000 platos de cebada a las personas que más lo necesitan.
Cebada Gauchada puede conseguirse en www.tada.com.ar y en supermercados como Chango Más, Carrefour y Green & Co.
Finalmente, en cuanto a la producción cervecera en particular, Vázquez destacó que “una de cada cuatro cervezas vendidas en el mundo por la compañía están elaboradas con cebada producida en la provincia de Buenos Aires, gracias a la calidad del cultivo y del trabajo de los productores”, y que en 2023 las exportaciones de este cultivo equivalieron a 410 millones de dólares.
“Es algo súper relevante y que nos llega de orgullo como firma y como país, porque representa un ingreso de divisas clave para el desarrollo económico de toda la región”, concluyó.