Una de las primeras plantas de faenas que compró hace ya casi 20 años el grupo frigorífico Marfrig (que en ese momento competía palmo a palmo con Friboi, luego JBS y ahora Minerva) fue la de Argentine Breeders and Packers (AB&P) de Hughes, en Santa Fe. Luego siguieron Estancias del Sur, Vivoratá y en 20’07 nada menos que Quickfood, la fabricante de las populares hamburguesas Paty. Pero todavía no soñaban ni remotamente en dicho grupo hacer lo que acaban de hacer ahora, que compraron su primera planta industrial en China.
Marfrig se ha convertido últimamente en dueña de la mayoría accionaria de BRF (Brasil Foods), que una de las mayores empresas de alimentos del mundo y propietaria de marcas como Sadia, Perdigão y Qualy. Este viernes anunció la adquisición de una planta de productos procesados en la provincia de Henan, China. “#Esta transacción marca un paso significativo para la compañía, que ahora contará con una operación industrial en el mercado chino, donde ya comercializa proteínas animales”, señaló la compañía.
La primera planta adquirida por los brasieños en territorio chino fue construida en 2013 y posee dos líneas de procesamiento de alimentos, con una capacidad actual de 30 mil toneladas al año y potencial para expandirse. En esta nueva aventura de Marfrig se invertirán cerca de 80 millones de dólares, de los cuales 43 millones serán destinados a la adquisición y el resto se destinará para hacer adecuaciones y dos líneas de hamburguesas.
Ojo que aquí en la Argentina Marfrig es la dueña de Quickfood, la fabricante de las populares hamburguesas Paty. A esta altura del negocio global todo podría suceder: no sea que vayamos a ver por las góndolas chinas esa tan querida marca de la Argentina.
Por lo pronto, la apuesta de Marfrig en China parece muy ambiciosa. “Se espera que estas inversiones generen alrededor de 850 nuevos empleos y una capacidad adicional de aproximadamente 30 mil toneladas por año, duplicando la capacidad de la planta a para alcanzar las 60 mil toneladas al año. La previsión es que la nueva unidad esté operando bajo la gestión de BRF en el primer trimestre de 2025”, se informó desde la compañía.
Luego se explicó que esta compra en territorio chino, donde los frigoríficos tanto brasileños como argentinos tienen sus principales negocios, “está alineada con la estrategia de ampliar la presencia global de la compañía mediante la diversificación de sus operaciones y fortaleciendo la competitividad de BRF, junto con el incremento en la oferta de productos de valor agregado”.
“La inversión representa una oportunidad significativa para expandir la base de clientes e impulsar las ventas de la compañía. La creación de un hub de exportación en esta nueva ubicación abre oportunidades para atender mercados internacionales de manera más eficiente, optimizando la logística y facilitando la distribución hacia otros países”, se explayó BRF en una gacetilla.
Queda claro que la estrategia es vender con marca y valor agregado: “La marca Sadia y los productos de la empresa estarán presentes en diversos canales, incluyendo el retail y el food service, incluyendo grandes cadenas de cuentas globales. La posibilidad de explorar aún más el segmento de food service es una oportunidad significativa, especialmente en un mercado en crecimiento como el chino, que es uno de los más relevantes, junto con el Medio Oriente y el Norte de África”, añadió el informe.
La planta enclave está ubicada en Henan, una provincia del Valle del Río Amarillo, en la región central de China, conocida como el lugar de origen de la civilización China. Se trata de la tercera zona más poblada de China, con alrededor de 100 millones de habitantes.
La materia prima utilizada en esa planta “podrá tener origen tanto de China como de las operaciones de BRF y Marfrig, que cuentan con plataformas de exportación en América del Sur, con plantas habilitadas en Brasil, Argentina y en Uruguay para el envío de insumos, garantizando la provisión continua y de excelente calidad”. Es decir que no sería descabellado pensar que desde Quickfood se exporta hacia allá la misma carne para la elaboración de sus tradicionales hamburguesa Paty.
De hecho, Gustavo Kahl, el CEO de Marfrig Argentina, opinó que “esta adquisición representa un hito significativo para BRF y Marfrig, Al integrar esta planta a nuestras operaciones, no solo ampliamos nuestra capacidad de producción en ese mercado, sino que también es una mayor oportunidad para exportar materias primas desde nuestras unidades de Brasil, Argentina y Uruguay”.