A mediados de septiembre del año pasado, la Mesa de Carbono Forestal Nacional (MCFN) -espacio integrado por la Asociación Forestal Argentina (AFOA) y cerca de 40 empresas, instituciones y personas enfocadas en el sector forestal argentino- dio a conocer a conocer un listado de cerca de una decena de empresas del sector que estaban trabajando para posicionar a la Argentina en los mercados de carbono a nivel internacional, de la mano de unas 400.000 hectáreas de bosques en el norte del país.
A poco más de un año de aquella comunicación, una de las firmas listadas logró posicionarse como la primera en registrar un proyecto forestal, que incluye especies nativas, bajo el programa “Verified Carbon Standard” (VCS) de la certificadora internacional Verra; así como lograr la venta al exterior de “1500 certificados de carbono verificados”, según dieron cuenta.
Se trata de Unitán, una empresa con presencia en Chaco y Formosa que produce taninos de quebracho, tiene forestaciones y también produce energía renovable que ya entrega 6 megawatts a la red nacional.
“Unitán empezó hace varios años con un plan de forestación que mezcla un porcentaje importante de quebracho colorado, más o menos la mitad del total, con otras especies nativas como eucalipto y lapacho. Ya llevamos plantadas entre 2.500 y 3.000 hectáreas. El plan se presentó a Verra, que es la autoridad de aplicación de los bonos de carbono, que exige ciertos requisitos para su aprobación, como por ejemplo que la tierra plantada no haya sido desmontada en los últimos diez años. Hoy el proyecto está cuantificado en 300.000 bonos, o sea, en 300.000 toneladas de carbono”, contó a Bichos de Campo su director Ariel López Mato.
“El proyecto aprobado implica que regularmente se haga una auditoría con gente del exterior que te manda Verra, que van a medir la evolución de la plantación: cuánto creció de alto, de ancho, qué cantidad de plantas se perdieron, etc. Eso se puede hacer cada uno, dos o tres años. Las primeras 300.000 toneladas de carbono son un cálculo teórico que surge de tantas plantas por tantas hectáreas, suponiendo determinada curva de crecimiento”, agregó el empresario a continuación.
Una vez pasada la auditoría, la empresa certificadora libera una determinada cantidad de bonos que Unitán luego puede vender en el mercado al mejor postor.
“Nosotros ya habíamos hecho una medición en el 2021 donde nos habían acreditado 15.000 mil bonos. Ahora terminaron la semana pasada una segunda medición y, por lo que me anticipó la auditora, nos van a liberar algo así como 50.000 bonos más. Después vos te tenés que dar vuelta e ir al mercado de aquellos que quieren comprar bonos para compensar sus emisiones. De acuerdo al mercado, que es un poco fluctuante, le avisás a Verra que determinada empresa quiere comprar y se hace la transacción”, afirmó López Mato.
-¿A qué país le vendió Unitán sus primeros bonos de carbono?- le preguntamos.
-Se vendieron a una empresa de Singapur. Eso se va haciendo a medida que vos querés y estás de acuerdo con el precio. En este caso les pareció un buen proyecto, les gustó la forestación con especies nativas, y a nosotros nos cerró el precio. Es un mercado de oferta y demanda finalmente.
-Aún con este logró, todo parece estar todavía en etapas muy iniciales. ¿Coincidís en que faltan empresas que realicen mediciones de carbono en Argentina?
-Sí, absolutamente. En Argentina no hay ninguna. La gente que vino a hacer la primera medición era de España, y en la segunda medición la auditora era de una empresa con sede en Colombia y Chile. En Argentina no hay nadie que haga una medición de carbono validado por Verra. Sí hay gente que te puede hacer mediciones para un inventario forestal, hay gente que está capacitada para hacerlo. Pero ninguna está habilitada ni por Verra ni por Gold Standard, que son las dos empresas más grandes de bonos de carbono. Por eso tus auditorías, por el momento, siempre las va a hacer un extranjero.
-¿Y por qué crees que eso sucede?
-Yo creo que se debe a que todavía hay muy pocos proyectos en Argentina. Vos no tenés hoy un mercado de masa crítica que te justifique tener un equipo de auditores y de medidores. Sí tenés empresas que te pueden asesorar y que son muy buenas, que te pueden ayudar a presentar el proyecto en Verra y quizás hacer alguna medición, pero no son mediciones certificadas o validadas porque no cumplen con la pretensión de Verra. Sucede algo similar con la certificación orgánica, por ejemplo. Nosotros la tenemos para algunos productos y el auditor que viene es de otro lado. En Argentina no hay auditores orgánicos.
-La Mesa de Carbono Argentino alertó días atrás que el hecho de que el país se ausente de acuerdos internacionales en materia ambiental puede complicar el escenario de comercialización de estos bonos. ¿Cómo ve ese escenario?
-Yo creo que son dos cosas distintas. Una es una postura política de decisión con respecto a cómo vas a encarar ciertos temas. Otra cosa es un tema de mercado. Yo tengo bonos y se los vendo a cualquiera en el mundo que necesite compensaciones. Entonces, mientras yo siga generando bonos y los tenga validados por Verra o por Gold Standard, a mí eso no me va a afectar. Al que tiene un proyecto de secuestro o de generación de bonos de carbono no lo va a afectar porque uno se los va a terminar vendiendo a quien busque compensar, ya sea por política o por imagen, sus emisiones.