Salvador Distéfano es de los pocos analistas económicos que entienden bien cómo funciona el sector agropecuario. Se pueden agregar Juan Manuel Garzón, David Miazzo y alguno más que forman parte de un pequeño grupo de especialistas.
En su rol de analista, Salvador -que acaba de participar de una reunión con el presidente Javier Milei- se tomó el trabajo de calcular el resultado económico en todos los cultivos: “Los números dan mal”, dijo con contundencia y explicó que eso es por “cinco varias grandes razones o variables en términos generales” del negocio agrario.
“La primera tiene que ver con que hay un impuesto distorsivo que es el derecho de exportación, que se lleva buena parte de la rentabilidad del productor”, indicó.
“El segundo punto tiene que ver con dos variables incontrolables: el clima y los precios, que, digamos, de hecho desde la guerra Rusia-Ucrania han bajado un 50%”.
“Y después hay variables controladas que tienen que ver con el hecho de que internamente se terminan convalidando valores que no se condicen con el negocio, como por ejemplo lo que sucede con los alquileres”, dijo el analista, que también sumó la logística entre las razones del mal momento.
Al respecto agregó: “en Argentina se paga más alquiler que en Brasil y que en Estados Unidos. Ese es un informe de Marianela de Emilio que relevó el pago de alquiler en los tres países y en el término de alquiler sobre soja, el alquiler más alto se paga en la República Argentina”.
Yendo al grano, Distéfano dijo que según sus cálculos un productor “gana 106 dólares por hectárea pagando un alquiler de 17 quintales (de soja) y con un rendimiento de 100 quintales (de maíz), algo que es extraordinario. Si el rinde se cae a 9 toneladas pierde plata”, apuntó.
En el caso del trigo, que es un doble cultivo ya que lo sigue luego una soja de segunda. en zona núcleo, con 40 quintales y un alquiler de 17 quintales, pero dividido 8,5 quintales de arriendo para el cereal y 8,5 para la soja de segunda, un productor el balance le dio 35 dólares por hectárea. “Todos estos valores son sin pagar impuestos a las Ganancias, con lo cual el productor hoy está cambiando la plata. No se puede con esta realidad”, aseguró el analista.
Distéfano dio más ejemplos: “Como estamos hablando para toda la República Argentina, me tomé el trabajo de calcular un maíz de segunda y una soja de segunda que se hacen en campos, por ejemplo, arriba de Marcos Juárez, o en el oeste de Córdoba. En esos lugares, un maíz de segunda te rinde 80 quintales y un alquiler está en 12 quintales. Eso te da una pérdida de 14 dólares”, anticipó.
En el otro ejemplo, una soja con un rinde de 30 quintales y un alquiler de 12 quintales, el quebranto sería de 10 dólares. “O sea que en las zonas marginales, hacés maíz o hacés soja con un alquiler de 12 quintales, y perdés dinero”.
También dio un ejemplo del impacto de la logística en la producción de maíz. “Si sembrarlo te cuesta 500 dólares y los gastos de comercialización que van de poner la mercadería arriba del camión, llevarla a un complejo vecino y después a puerto, más pagar las comisiones del corredor y todo, te sale 500 dólares. O sea, hoy la logística tiene un peso monumental y eso también te quita mucha rentabilidad”.
Para el especialista el problema no es el salario del camionero sino el sistema que termina acumulando tantas adversidades que “conforman una tormenta perfecta”.
Escuchá la enrevista completa:
“Los alquileres están representando el 40% del ingreso bruto del hombre de campo. Al alquiler yo lo he denominado un endeudamiento operacional, porque vos, desde el mismo momento que alquilas un campo, debes el 40% del ingreso futuro”, señaló el especialista.
Y agregó: “Cuando vos te pones a trabajar en el campo, ¿qué tenés que comprar? Insumos. ¿Los insumos cómo los compras? Con financiamiento. O sea que entre una cosa y la otra ya debés el 60% de lo que te va a ingresar”.
“Explícame cómo hacés para ganar plata si del 100% del dinero que te va a ingresar, debes el 60%. Y explícame vos de qué te disfrazás si del 100% que te va a ingresar, la sequía te juega una mala pasada, el mercado te genera una baja y ese 100% se te transforma en un 80%. Entonces tu índice de endeudamiento te sube a más del el 70%”, analizó.
Bien, dicho todo esto, la cuestión es que los productores igual siguen pagando impuestos, alquileres, comprando insumos y endeudándose.
“Lo que uno trata de plantear es la administración del campo y la gestión. Porque en el cálculo yo puse gastos de estructura como por ejemplo contar con una camioneta para llegarse hasta el campo, o tener un contador, un asesor agrónomo, paga la cuota del CREA, pagar el combustible, pagar el seguro de la camioneta. El productor tiene toda una serie de gastos. Y aparte tiene que vivir, tiene que comer, tiene que alimentar a su familia. Entonces, la pregunta es que los números se han encogido de una magnitud enorme y el hombre de campo la está pasando mal”.
El especialista dijo que estas complicaciones derraman en el resto de la sociedad, no las sufre sólo el productor. “Hoy nos pasa que nosotros vamos al interior y después de las 10 de la noche el restaurante está cerrado y en algunos casos está cerrada también la estación de servicio. Y cuando vos te das una vuelta por el pueblo, está todo el pueblo cerrado y oscuro. ¿Por qué? Porque después de las 10 de la noche la gente no sale, porque no tiene plata”.
“Entonces hay que entender que hay mil municipios comunes entre Entre Ríos, Córdoba y Santa Fe. Y esos mil municipios y comunas están bajo recesión, porque el motor de la región centro y de tantas otras regiones de la Argentina es la explotación agrícola”, advirtió.
-¿Y cómo se sale de esto?
-Yo creo que tiene un muy mal lobby el hombre de campo con el Estado Nacional, y que debería estar sobre este tema tratando de ver cómo vehiculizar los problemas que tiene como sector económico. En la medida que vos sigas con este derecho de exportación, vas a multiplicar el problema en muchos otros sectores. ¿Qué va a ser la vida del panadero del pueblo? ¿Qué va a ser la vida del que tiene una estación de servicio en el pueblo? ¿Qué va a ser la vida del camisero? ¿Qué va a ser la vida del restaurante, o el bar, o el club? O sea, todos empezamos a tener problemas, porque el campo genera un efecto multiplicador en cada localidad. Habría que sentarse con el Gobierno Nacional, mostrarle un flujo de fondo y ver cómo podemos avanzar en la solución de este problema.
Según este análisis, el presidente Javier MIlei le dijo al campo que hay una “tierra prometida”, es decir un futuro en el cual va a poder producir con menos impuestos y más rentabilidad. Para eso tiene que esperar la llegada del Mesias. Es decir, de una situación fiscal suficientemente buena como para que todo eso suceda. Por lo tanto, según Distéfano, por ahora y por un buen tiempo, al productor no le queda otra que seguir caminando en el desierto y sobrevivir a la diáspora hasta que el ansiado sueño se haga realidad.
Además debe adaptarse a las nuevas reglas de juego macroeconómicas: “Cambió la forma de hacer negocio. En el pasado, la inflación, las tasas de interés negativas y la devaluación, te disimulaban el negocio. Hoy, con un esquema macroeconómico estable, si tenés stock no sirve. Todos aquellos que guardaron soja, perdieron plata. El que tiene un canuto en dólares, pierde plata, porque el dólar aumentó un 15% y la inflación 150%. Si pagás un crédito por encima del 40% de tasa y la devaluación es del 30% estás perdiendo plata”, estableció Salvador.
Para quien, además, la cosa se puede poner peor. “Vos hacés soja o maíz o trigo-soja, pero la vuelta es una vez al año. Y el crédito bajo el sistema francés te castiga los 12 meses. Hay que empezar a pedir financiamiento con créditos que se llaman técnicamente ‘bullet’: me dan la plata hoy y te pago cuando tenga la cosecha y no me castigás el flujo de fondos”.
“El punto es que ya no puedo hacer lo mismo financieramente que hacía como cuando estaba el kirchnerismo. Tengo que buscar nuevas formas de financiamiento, como una sociedad de garantía recíproca (SGR) que me dé un aval y después colocar un pagaré en bolsa. Un pagaré en dólares en el mercado de capitales está entre 5 y 7% en dólares y eso es más barato que un 35% en pesos y no te castita el flujo de dinero”, recomendó.
Distéfano fue contundente una vez más: “Cambió el formato totalmente. El que no se aggiorne a este nuevo formato, va a perder dinero”.
el analisis de coyuntura de Salvador siempre es acertado y hasta ameno de ser escuchado/leido. ahora…cuando se pone a hacer futurologia no pega una, jamas. 5 dias antes de que Milei ganara las elecciones el quia vaticino un dolar de $1500.- y hasta se le escapo un 2.000. Tremendo guitarrero.
Los alquileres tan altos, es producto de la alta puja que existe entre arrendatarios. La demanda supera la oferta. Es mercado puro.
Si quitaran las retenciones, ésa puja se volvería salvaje y, en definitiva, los arriendos pasarían a superar los 23 qq por ha en zonas buenas.
No se entiende por qué razón, se trata al arrendatario como un jugador irreemplazable.
Y si prueban trabajando ellos?
Aqui nadie trabaja, el dueño del campo lo alquila, el que alquila el campo no lo trabaja, contratata un contratista, el contratista, contrata gente en negro que haga el trabajo, no se de que perdida hablan, si perderian como dice el ensobrado este se dedicarian a otra cosa.
Por otro lado se declara solo el 50% de la produccion, el otro 50% es todo ganancia
Agua y ajo, ingeniería financiera más que agronomía, pero en siete años ser va., volvé CRIs, te perdonamos