“Este proyecto busca garantizar que los productores rurales que suministran biomasa para la producción de biocombustibles puedan acceder a parte de los ingresos generados por los Créditos de Descarbonización (CBios), vendidos como parte de iniciativas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero”, explicó el diputado brasileños Benes Leocádio (União-RN) al presentar y lograr dictamen para el tratamiento del Proyecto de Ley 3149/2020, que incluye a productores independientes de materias primas para biocombustibles en la Política Nacional de Biocombustibles (RenovaBio).
Nos detenemos en esta iniciativa del vecino país porque aquí también es un tema recurrente las quejas por este asunto. Especialmente en la provincia de Tucumán, donde existen unos 4.000 cañeros independientes que entregan su materia prima a los ingenios, que después deciden que hacer con ella, si azúcar o bioetanol, no siempre compartiendo con sus proveedores el mayor beneficio de haber producido y vendido en un esquema regulado el combustible renovable.
La Cámara de Diputados aprobó por unanimidad el informe del diputado Benes, autor de la iniciativa para cubrir ese vacío legislativo en Brasil. La aprobación de la propuesta contó con la coordinación y apoyo del Frente Parlamentario Agropecuario (FPA), que trabajó por un acuerdo entre la industria del etanol y bioenergía y los productores de materias primas para biocombustibles.
Según la propuesta, los productores rurales podrán obtener un nivel mínimo del 60% de los ingresos netos obtenidos por la industria por la venta de CBios generados a partir de la caña de azúcar suministrada.
“Si los productores optan por la certificación con datos específicos (perfil primario), ese porcentaje mínimo podría llegar al 85%, lo que representa un incentivo para que adopten prácticas que demuestren reducciones en las emisiones de carbono”, explicó Leocádio.
Otto Gramajo: “A los productores cañeros nunca nos llegó nada de la expansión del bioetanol”
El diputado enfatizó que la inclusión de los productores independientes en la política de biocombustibles es fundamental para reconocer su papel en la producción de biocombustibles. “Estamos creando un entorno para que prosperen, asegurando su parte de los ingresos generados por las CBIO”, afirmó. También destacó que “sin producción de materias primas no hay biocombustible y, en consecuencia, no hay reducción de emisiones”.
Además de reforzar la retribución de los productores de biomasa, el proyecto establece nuevos requisitos para el sector de la distribución, como acreditar las existencias de biodiésel, garantizar la seguridad en los contratos y fomentar el cumplimiento de objetivos de reducción de emisiones de carbono. “Con este proyecto logramos un equilibrio entre los intereses de la industria y los productores, garantizando un futuro para todos los involucrados”, agregó el diputado.
El sector de los biocombustibles en Brasil es uno de los más avanzados del mundo, especialmente en la producción de etanol a partir de caña de azúcar. El país es el segundo mayor productor mundial de etanol, sólo detrás de Estados Unidos. En 2023, produjo alrededor de 34 mil millones de litros de etanol, de los cuales el 90% provino de caña de azúcar y el resto de maíz.