El pasado 25 de octubre el encargado de Finanzas de la compañía alimentaria europea Danone, Jurgen Esser, aseguró que la compañía láctea europea había dejado de comprar soja brasileña para cumplir con el reglamento 1115 “antideforestación” de la Unión Europea, el cual debía entrar en vigencia en 2025 pero fue postergado por un año por las autoridades de la UE-27.
“Ya no (nos abastecemos de soja de Brasil)”, dijo Jurgen Esser a la agencia Reuters, para luego agregar que sólo originan soja de Asia, aunque no pudo identificar en qué país de esa región comprar el insumo necesario para elaborar leche y yogur de soja que se comercializan con las marcas Alpro y Silk. Danone también importa harina de soja para conformar la ración de rodeos lecheros propios en Europa.
El comentario de Esser luce un tanto extraño, porque los principales países exportadores de poroto y harina de soja son americanos y las exportaciones de ambos productos por parte de naciones asiáticas son marginales.
De cualquier manera, el comentario desató la furia de la Asociación Brasileña de Productores de Soja (Aprosoja), que esta semana emitió un comunicado para presentar una queja formal contra Danone.
Al respecto, Aprosoja indicó que las declaraciones de Esser son “una demostración de desconocimiento del proceso de producción en Brasil y un acto discriminatorio contra Brasil y su soberanía”.
“Brasil, en realidad, ya hace mucho tiempo que alcanza la línea cero de deforestación neta. Aunque hay deforestación, también hay mucha regeneración de la vegetación natural. Por lo tanto, la afirmación de que Brasil lidera la destrucción de bosques tropicales en el mundo es la comidilla de quienes desconocen la dinámica de los bosques en Brasil”, expresó la entidad brasileña.
“Peor aún, está discriminando al único productor de soja del mundo que preserva el medio ambiente y los recursos hídricos dentro de sus propiedades. Según lo determina el Código Forestal de Brasil, los productores deben conservar entre el 20% y el 80% de la Reserva Legal más las Áreas de Preservación Permanente (riberas, cerros y áreas alrededor de manantiales). Esto significa que el productor brasileño de soja es el único en el mundo que preserva el medio ambiente para Brasil y la humanidad, al no plantar en el área reservada para ese fin. Es decir, también es el único que invierte de su propio bolsillo en la preservación del medio ambiente”, añadió.
Aprosoja además sostuvo que “comparativamente, los productores franceses no conservan casi nada” y que no hay “duda de que los productores brasileños, cansados de ser señalados injustamente como villanos cuando en realidad son los héroes de la sostenibilidad, empiezan a tener razones de sobra para poner a Danone y otras marcas globales en la lista de empresas a boicotear en Brasil”.
Frente a esa amenaza, la filial brasileña de Danone indicó, por medio de un comunicado, que la información proporcionada por Reuters “no es correcta” –desautorizando las declaraciones de Esser– y remarcó que “la soja brasileña es un insumo esencial en la cadena de suministro de la empresa brasileña y continúa siendo utilizada, siendo la adquisición de la mayor parte de este volumen intermediada por la central de compras de Danone, incluidos procesos que verifican su origen en áreas no deforestadas y su trazabilidad”.