En la Argentina ya se está negociando maíz disponible con una retención total efectiva del 18%, lo que implica un logro en función de las políticas extractivas –tanto impositivas como cambiarias– aplicadas contra el sector agropecuario.
Ayer lunes el precio promedio negociado de maíz disponible con entrega en Bahía Blanca se ubicó –según la plataforma Sio Granos– en 184.835 $/tonelada, precio que, considerado el dólar MEP negociado en mercados bursátiles argentinos, representa 163,0 u$s/tonelada.
Al considerar el valor FOB oficial del maíz disponible –determinado por la Secretaría de Agricultura– de 208 u$s/tonelada, un precio real de 163,0 u$s/tonelada contiene una retención efectiva (o extracción, como se prefiera) del orden del 18%.
Para el habitante de un país normal, como puede ser el caso de Uruguay, donde el maíz disponible con entrega en Nueva Palmira se encuentra en 190 u$s/tonelada, tal noticia seguramente constituye un atropello bestial.
Sin embargo, para los estándares argentinos, en los cuales el Estado nacional hace más de dos décadas viene extrayendo ingentes recursos al sector agropecuario, una retención total del 18% es una gran noticia.
Eso porque esa extracción comprende tanto el derecho de exportación nominal del 12% más la “retención cambiaria” generada por la implementación de un cepo que comprende la fijación de un tipo de cambio oficial, por parte del gobierno, artificialmente bajo respecto del valor de mercado.
La reducción de la “retención efectiva” se explica por dos factores. El primero es una revalorización del peso argentino en función del enorme ingreso de divisas que está registrando la economía argentina como producto de un exitoso “blanqueo” impositivo (proceso que, vale recordar, en algún momento finalizará).
El segundo son los “premios” que están ofreciendo exportadores para originar maíz con embarque en el puerto de Bahía Blanca ante las dificultades existentes para cargar buques graneleros en la Hidrovía del río Paraná.
La bajante del río Paraná se profundizó de forma sustancial en las últimas jornadas, lo que implica que los buques pueden cargar un volumen menor en la Hidrovía para tener que completar la carga en las terminales del sur bonaerense, donde el maíz no abunda en la misma proporción que en el sector norte de la zona pampeana.