Ernesto “Tito” Lowenstein es una voz autorizada dentro del negocio de la carne en Argentina. Es que el histórico empresario, fundador de la marca Patty, dueño de frigoríficos y pionero en la faena de caballos en el país, ha pasado muchos años de su vida ligado a esta industria, a la que conoció con apenas ocho años, cuando pisó por primera vez un frigorífico. Hoy tiene más de 80 y todavía recuerda a los matarifes utilizando como única herramienta un afilado cuchillo.
Tito -como le gista que lo llamen- es de los que piensa que es momento en la Argentina de “dejar de llorar” y desde la cadena de la carne empezar a pensar en un plan conjunto que los saque de las constantes crisis. Para él, dejar de lado las quejas sería la forma en que el país finalmente vea el potencial productivo que otros países le atribuyen, pero que hace cuatro décadas que no termina de desplegarse.
“Hace poco estuve con gente de afuera que ve a la Argentina muy bien, y nosotros nos pasamos quejándonos de lo mal que estamos. Me parece que estamos equivocados. Este es un momento duro, uno de los más duros que recuerdo haber vivido, pero creo que el empresariado debe tener actitud y ser positivo. Y yo creo que ser positivo es seguir empujando”, dijo Lowenstein a Bichos de Campo.
El empresario, en ese sentido, lamenta que la industria haya caído en una suerte de “círculo vicioso” y no encuentre soluciones adecuadas -por fuera de correcciones del tipo de cambio- para hacerle frente a la suba de costos de operación en las plantas y el alto valor en dólares de la materia prima.
“La industria en este momento la está pasando realmente muy mal. Ahora si la pasamos mal y volvemos a lo de siempre, no tiene sentido ningún esfuerzo. Creo que hemos entrado un círculo vicioso, en un círculo que tenemos que terminar. No es posible que salga una nueva idea y siempre se diga ‘no se va a poder’ o ‘por ahora no quiero’. Usamos demasiado el no, tenemos que ser un poco más del sí y darle para adelante”, insistió el industrial.
Mirá la entrevista completa a Ernesto “Tito” Lowenstein:
Al mismo tiempo, Lowenstein recomendó hacer una mirada al interior de la cadena y revisar los modos de actuar. Porque es de los que piensa que la base de tan prolongada crisis es el estancamiento del stock ganadero.
“Se está perdiendo mucha plata, pero seguimos hablando siempre de los mismos millones de cabezas ¿Por qué la ganadería se quedó y la agricultura creció tanto? Creo que tenemos que hacer una revisión de nuestra actuación”, indicó.
-¿Cómo imagina el final del camino, si dejamos de llorar y finalmente sale bien esta apuesta de cambio de política? ¿Cómo imagina la Argentina productora de carnes en el futuro?
–Yo digo que tenemos que dejar de mirar la parte negativa, porque tenemos tantas cosas positivas… ¿Hoy cuál es mi placer? Ir al frigorífico y hablar con la gente que trabaja. Soy un admirador, primero de la capacidad. Hay gente con mucho conocimiento. Pero tendremos que aprender un poco de quienes hace las cosas bien, como es el caso de Paraguay. Nosotros solo vamos de crisis en crisis, a ver cuál es la peor.
Esto lo solucionan lo peronistas, ponen en marcha la economia, mejoran los salarios y la gente vuelve a consumir carne.
El mercado interno consumia el 70% de lo que se faenaba, ahora no consume y hay exceso de oferta.
No se puede comparar con uruguay, paraguay o brasil, en esos paises la gente no tiene acceso a la carne por su alto valor, se exporta casi el 100% de lo que se faena, la gente esta designada a vivir comiendo arroz y porotos.
Perdón; en el caso de Brasil, el tema es la enorme diferencia de calidad entre la carne de consumo interno, y lo que se exporta. Pero consumen carne., y no pica.
Estamos en la situación actual gracias a los peronistas. Paraguay y Brasil consumen mucha carne, son exportadores y grandes consumidores. Habría que hacer comentarios serios. El poder adquisitivo va a mejorar, pero debemos producir más y exportarlo.